Fue una de las películas francesas más premiadas de 2016, formando parte de la sección oficial del Festival de Cannes, al alcanzar nada menos que nueve candidaturas a los César y haciéndose con los galardones a la mejor película y mejor actriz para Juliette Binoche en el Festival de Sevilla. Lo sorprendente es que se trata de la primera película del director y guionista Bruno Dumont que se estrena en las pantallas españolas, a pesar de que su filmografía reúne una decena de títulos.

Nos traslada al verano de 1910. Varios turistas han desaparecido mientras descansaban en las hermosas playas de la costa. Los inspectores Machin y Malfon pronto deducen que el centro de las misteriosas desapariciones debe ser la bahía Slack, un lugar donde el río Slack y el mar se unen cuando hay marea alta. En ese lugar vive una pequeña comunidad de pescadores y granjeros de ostras.

Pese a que el argumento remita más a un cine de corte policiaco, el objetivo del director no ha sido otro que rodar una comedia. «Fue cuando la productora me ofreció dirigir una serie. Tenía vía libre para hacer lo que me diera la gana, me decanté por una comedia de policías, pero a mi estilo, casi experimental. Tenía la intuición de que el drama llevaría hacia el humor. Así que empecé a hacer lo que sabía hacer, con lo que estaba familiarizado, añadiendo una parodia casi grotesca», indica el director, que añade que el éxito de P'tit Quinquin «me dio confianza, quise prolongar esta experiencia al cine, con todas las ventajas de la gran pantalla. Quería que La alta sociedad fuera cinematográfica y profundamente divertida. Además, quería distanciarme del supuesto naturalismo que la gente siempre ha achacado a mi trabajo».