Es el choque de dos auténticas fuerzas de la naturaleza, un huracán de categoría 5 y el dólar americano y tiene lugar con efectos devastadores en la costa de Alabama. Este es el punto de partida de Operación Huracán, una cinta que combina la acción con el cine de catástrofes en un afán de superar el «más difícil todavía» de la mano de un cineasta experto en estas lides, el Rob Cohen que dirigió la primera entrega de A todo gas y Dragon. La vida de Bruce Lee, Triple X, La momia. La tumba del emperador dragón y En la mente del asesino.

El doble acontecimiento, meteorológico y de orden público, tiene lugar en 1992, cuando un giro cruel del destino se cobra la vida del caza tormentas Bruce Rutledge, dejando a sus dos hijos, Will y Breeze, a merced de la naturaleza. 25 años más tarde, Will es un meteorólogo del gobierno que sigue al huracán Tammy, la tormenta más feroz de la historia de Estados Unidos, que se dirige a Gulfport (Alabama). Durante la evacuación de la población local, el Departamento del Tesoro estadounidense corre a contrarreloj para destruir 600 millones de dólares en billetes antiguos antes de que llegue Tammy, pero no son los únicos que tienen planes para ese dinero?

«Es una pesadilla -subraya Cohen- demasiado real para muchos americanos, un huracán, una bestia. Presencié algunos huracanes siendo un chiquillo, viviendo en la costa Este de Estados Unidos. Y me dieron la sensación de que eran como un monstruo iracundo».