Se me hace difícil escribir sobre mi padre. Ahora hace exactamente treinta y siete años que nos dejó repentinamente. Era unos años más joven que yo soy ahora. Cada año que lo sobrepaso en edad es un triunfo vital y una pequeña batalla que le gano a la inexorable muerte. Particularmente me lo dio todo. De él aprendí el amor al vino, al Fondillón, al arte y la cultura. Su aportación también fue decisiva para la historia mundial del vino pues se encargó de recuperar el Fondillón de Alicante en el siglo XX. Mi padre había heredado de Salvador Poveda Corbí, mi abuelo, el conocimiento del medio y la cultura vinícola local que luego amplió formándose en la Escuela de Enología de Requena, donde se matriculó en 1946. Allí tuvo de profesor al sajeño Pascual Carrión, un sabio ingeniero agrónomo que actuó de maestro y amigo. Con sobresaliente se licenció mi padre como Profesor Mercantil en 1946. En la antigua Escuela de Comercio se comprometió con Pepita Bernabé. mi madre.

Durante la postguerra imitó a su padre y abuelo y siguió elaborando fondillón hasta los 80. Marcó un antes y un después en la epopeya de este vino al sacar al mercado el primer Fondillón moderno. Para tal fin embotelló una solera de 1959 y aprovechó el banquete que la Diputación de Alicante ofreció a los Reyes en 1976 para presentarlo en sociedad. La etiqueta, con un grabado del pintor Francisco Peiró, culminaba con un estuche de lujo que incluía el primer texto histórico-comercial sobre el Fondillón con sendas referencias a Caseta Nova y Juan Maisonnave.

Desde entonces la Casa del Rey se provee de Fondillón para banquetes y actos especiales. El acontecimiento tuvo una gran repercusión mediática y provocó que otras bodegas de Alicante sacaran sus fondillones a la venta. En 1979 recibió de manos del Rey Juan Carlos la Medalla de Oro del Mérito Agrícola.

Salvador marcó el camino a seguir descubriendo al mundo una joya que permanecía dormida en los centenarios toneles de la sacristía. Ahora intento difundir y elevar al cénit de la excelencia la obra que él empezó. Espero estar a la altura.