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El fuego arrasa una nave con 55 barcos en el puerto de El Campello

El siniestro levantó una gran columna de humo visible en media provincia y los daños se estiman en más de cuatro millones de euros por las embarcaciones de particulares que albergaba el recinto

n incendio arrasó ayer una nave con cerca de 55 embarcaciones recreativas en el Club Náutico de El Campello, sin que hubiera daños personales. El siniestro levantó una espectacular columna de humo visible desde gran parte del litoral de la provincia y obligó a movilizar a todos los efectivos del Parque Provincial de Bomberos de San Vicente. La extinción fue complicada debido a la rápida combustión de los materiales de las embarcaciones, sobre todo la gasolina y el poliester con el que están fabricados los cascos, y las primeras estimaciones cifran las pérdidas en más de cuatro millones.

La alarma antiincendios saltó a las 14.55 horas a causa de las llamas, cuyo origen se desconoce y por el que la Guardia Civil ha abierto una investigación. El Club Náutico posee tres marina secas, donde se guardan las embarcaciones que no están en los pantalanes, y el siniestro se registró en la número uno, según informaron fuentes del Club. Otras fuentes señalaron que fue un socio quien dio la voz de alarma. La nave albergaba barcos de pequeño y mediano tamaño fuera del agua, de entre tres y seis metros de eslora, y según testigos presenciales los bomberos tardaron media hora en llegar.

Los servicios de extinción se centraron nada más llegar en evitar que las llamas alcanzaran la nave contigua, por lo que procedieron a echar agua para rebajar la temperatura del fuego. Del mismo modo la cercanía de los depósitos de la gasolinera del puerto convertía esto en principal objetivo. Este objetivo se cumplió con celeridad y una vez asegurada la zona y acordonada, 14 bomberos trataban de extinguir el siniestro una vez limitada su acción a la nave. Dada la gran cantidad de barcos que albergaba la marina seca, a los bomberos les era muy difícil llegar al corazón de las llamas, por lo que necesitaron emplear espumógeno para apagarlo, según explicó el suboficial de bomberos Cirilo Jareño. El fuego destruyó por completo todas las naves de había en su interior.

Los compuestos que ayudaron a la propagación del fuego eran, entre otros, poliester, fibra de vidrio y gasolina, aunque la nube tóxica no constituyó un peligro para la población. Además, el viento ayudó a que no fuera arrastrada hacia el casco urbano y tampoco hacia el resto de naves, aunque el humo llegó hasta la Albufereta. Los bomberos continuaron hasta entrada la noche tratando de extinguir el siniestro, ya que era necesario ir retirando todo el material calcinado para ir apagándolo. El poliester quemado creó una capa que era necesario cortar y retirar, ya que en su interior seguía ardiendo, por lo que las tareas requirieron la intervención de una retroexcavadora y los trabajos fueron muy laboriosos.

A consecuencia de las altas temperaturas, el techo se derrumbó, al igual que sus dos laterales. En el momento del siniestro no había nadie en el interior de la nave y diversas fuentes señalaron la posibilidad de que un cortocircuito originará el siniestro. Fuentes de la Guardia Civil señalaron que no se descarta que fuera intencionado y que una hipótesis con la que trabajan es que alguno de los barcos que se emplearon el domingo se quedara con la batería conectada y ésta originara un chispazo. Parte de los bomberos tuvieron que trabajar con equipos de respiración autónomos debido al denso humo que emitía el fuego. Al trasladar a todas las unidades El Campello, el parque de Crevillent se hizo cargo de los servicios del parque de San Vicente.

Al lugar de los hechos se desplazó el alcalde Juan Ramón Varó, el edil de Policía, Juan José Berenguer y el vicepresidente del Club Náutico, Miguel Baena, además de varias patrullas de la Policía Local y de la Guardia?Civil. Desde el Club Náutico se recalcó que todo está asegurado. Algunos socios criticaron que se introduzcan las embarcaciones con gasolina en la marina, aunque desde el Club señalaron que eso es inevitable y que se cumplen con todas las medidas de seguridad.

Testigos trasmiten la escena por móvil y culpan al sistema antiincendios

Alertados por las llamas y el humo, multitud de curiosos de agolparon en las proximidades del hangar que ardía en el puerto marítimo de El Campello. Socios, marineros y curiosos observaban expectantes como cerca de 55 embarcaciones de recreo se tranformaban en un amasijo de hierros. Con los móviles encendidos, algunos de los presentes trasmitían en directo la escena a familiares y amigos, incluso un vídeo-aficionado grababa las imágenes saltándose el cordón policial para «cederlas a las televisiones», según explicó. Una de las socias, Fátima Cartagena, declaró que acababa de hablar a un amigo de Madrid que se había enterado de que una de las embarcaciones calcinadas era la suya. Según Cartagena, «algunos de los propietarios habían estrenado el barco el fin de semana pasado y ahora veremos si el seguro lo cubre porque las aseguradoras empezarán a echarse la culpa unas a otras». Cartagena añadió que «se trata de embarcaciones que sus propietarios sólo usan principalmente en verano; luego las guardan ahí porque no hay amarres». Según estas fuentes, el coste aproximado de cada barco sería de 66.000 euros en adelante. La hija de un marinero, Patricia Giner, observaba sorprendida mientras explicaba que, al ver humo, «hemos salido corriendo, hemos empezado a preguntar pero nadie nos ha dicho nada».

«Estábamos comiendo en el barco y al oír las sirenas, salimos a apartar los coches», aseveró otro testigo, Ángel Ruíz. Por su parte, Ramón Ramos, antiguo alumno de la escuela de remo, apuntó que las escuelas deportivas náuticas habían perdido su material al verse arrasados «remos, velas y material para el curso en general», y concluyó que «si hubiera un buen sistema antiincendios y un detector de humo, esto no había pasado».

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