El picudo rojo no conoce fronteras y continúa con su expansión por la provincia, al mismo tiempo que desde la administración autonómica se reducen las ayudas para combatirla. El Campello ha sido el último municipio en el que este temido insecto ha hecho su aparición. Desde finales del mes de mayo se ha detectado en al menos una docena de palmeras, desde Muchavista hasta la zona norte. El principal foco está entre la Coveta Fumà y Amerador y amenaza con extenderse por centenares de ejemplares y propagarse por la comarca.
Ante esta situación el Ayuntamiento ha activado una campaña informativa para que los vecinos conozcan cómo prevenir el ataque del picudo rojo y qué hacer en caso de sufrir la invasión de esta voraz plaga, según explicó el edil de Jardines, Alejandro Collado, que señaló que en zonas como Amerador y Coveta se hará especial hincapié para que los residentes sepan cómo actuar. El Ayuntamiento ha editado una guía que se va a distribuir para que los particulares sepan qué hacer y quién recurrir, incluyendo los cambios que ha introducido la Conselleria de Agricultura en el protocolo de actuación.
Desde mayo la plaga se ha hecho visible en El Campello y el PSOE ha solicitado esta semana al Consistorio una reunión urgente para abordar esta situación, al entender que "los servicios municipales pueden estar desbordados por esta plaga". Consideran necesaria una comisión del área de Servicios Municipales para tratar el problema, analizar los protocolos de actuación e incluso realizar alguna dotación económicamente para luchar contra el picudo rojo. Precisamente entre septiembre y octubre es una de las épocas críticas, cuando el insecto vuela para extenderse a otras zonas.
La situación en la provincia sigue siendo muy preocupante y el insecto se está propagando por toda la Vega Baja, ha hecho su aparición en la Marina Alta y Marina Baixa y ahora en El Campello, mientras que mantiene a Elche como su principal foco. Pese a que sigue extendiéndose, las facilidades que desde la Generalitat se ofrecen para combatirla son ahora muy escasas.
Tanto desde la asociación de vecinos Amecove como desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) y el PSOE de El Campello lamentan la falta de medios por parte del Consell para atajar la plaga, ya que en lugar de reforzar las medidas lo que ha hecho es, desde el pasado año, dificultar la lucha al suprimir las indemnizaciones por cada palmera retirada y asumir los dueños el coste de la tala y troceado de los ejemplares, algo que antes corría a cargo de la Conselleria. Esto obliga a los particulares no sólo a pagarse los tratamientos preventivos y curativos, sino que además deben sufragar la retirada -tala y troceado-, que puede costar entre 75 y 200 euros en función del tamaño de la palmera, para evitar que se propague por otras sanas. La Conselleria sigue asumiendo el traslado de los restos troceados.
Amenaza
Francisco Beltrán es uno de los particulares que está combatiendo la plaga. Vive en la Coveta Fumà y el picudo ha estado a punto de acabar con las dos palmeras con las que cuenta su jardín. Por el momento ha logrado salvarlas aunque un paseo por la zona revela otras tres palmeras que se han visto afectadas en otras viviendas particulares. En uno de los casos se ha actuado a tiempo pero en los otros dos ejemplares, ubicados en chalés de segunda residencia o deshabitados donde ahora no vive nadie, parecen plantas fantasmas que amenazan al resto de jardines. Beltrán lamenta la falta de información y de ayudas, señalando que si un particular tiene que retirar su palmera al estar infestada y no funcionar el tratamiento, el coste que debe asumir puede alcanzar los 200 euros, algo que muchos no están dispuestos a pagar por lo que se corre el peligro de que el picudo se propague a otras por no retirar las infestadas.
Desde el PSOE campellero su portavoz, Pepe Varó, señaló que "no entendemos cómo el Consell en lugar de redoblar los esfuerzos para atajar la plaga se dedica a reducir las ayudas y dejarlo todo en manos de los particulares". Mientras, la plaga se extiende por la provincia.
