Ladrones de guante blanco. Dos supuestos delincuentes asaltaron el pasado fin de semana una casa de San Vicente del Raspeig sin ensuciarse las manos, e incluso cambiaron la cerradura a los propietarios. Ni cortos ni perezosos llamaron a un cerrajero para que les abriera la puerta, haciéndose pasar por los dueños. Le pagaron el servicio, entraron en la vivienda y robaron en su interior objetos de valor, según informaron ayer fuentes cercanas al caso.

Este curioso suceso se registró en un bungalow de San Vicente el pasado domingo, aprovechando que estas fechas previas a la Semana Santa muchas personas se van de viaje. Los dos presuntos ladrones se presentaron en la vivienda y llamaron a un cerrajero, explicándole que habían perdido las llaves. Éste llegó e hizo su trabajo. Abrió la puerta y cambió la cerradura.

Los delincuentes incluso pidieron ayuda a un vecino para conectar un cable de luz para los trabajos. Cuando terminó, el cerrajero cobró y se fue, dejando la casa para los amigos de lo ajeno. Se llevaron en esta limpia actuación un televisor de plasma y otros efectos.

Las fuentes consultada no pudieron aclarar si fue el vecino al que pidieron ayuda o los propios dueños los que alertaron de lo sucedido. La Guardia Civil fue la que efectuó los arrestos. Uno el domingo y el otro ayer. El primer pasó ayer a disposición judicial mientras que el otro lo hará previsiblemente hoy.

Lo que tampoco se sabe es si tuvieron el detalle de dejar las nuevas llaves en la casa y la puerta sin cerrar, no fuera que los verdaderos dueños tuvieran que llamar al cerrajero. Otra vez.