El mercado gastronómico y de artesanía de Sant Joan atrajo a la localidad a unas 55.000 personas durante las cuatro jornadas en que se celebraron las diferentes actividades. Con un amplio abanico de productos y entretenimientos para todas las edades, la feria de Navidad ofrecía a vecinos y visitantes una completa alternativa con la que disfrutar del puente que conmemoraba la festividad de la Constitución y de la Inmaculada.

Desde el primer día, el mercado contó con una grandísima afluencia de gente, incluso antes de la inauguración oficial del recinto. La feria se dividía en dos áreas principales. La parte gastronómica, en la plaza Maisonnave, aglutinaba una gran oferta de tapas a precios muy asequibles, resultando de gran atractivo para congregar a la gente a los actos que se organizaban a primera hora de la tarde. Conciertos, exhibiciones, juegos infantiles y talleres animaban al público en cada comento.

El buen tiempo acompañó en todas las jornadas para que también se colmara de gente la zona artesanal, ubicada en la plaza de España, donde se podía encontrar dulces tradicionales y todo tipo de productos navideños. Junto al gran árbol decorativo que adorna por primera vez esta plaza de Sant Joan se repartían los diferentes espacios donde panaderías y reposterías del municipio mostraban su género. Una vaca atraía a los curiosos al puesto para comprar leche ecológica. Embutidos, bisutería, complementos y juguetes infantiles fueron otros de los muchos artículos que se ofrecían.