La Guardia Civil investiga el homicidio a golpes de una mujer de 58 años cuyo cadáver fue descubierto anoche en un apartamento de la playa de Muchavista, en El Campello. Las primeras hipótesis que se barajaban al cierre de esta edición descartan que se trate de un caso de violencia de género y la Guardia Civil sospecha que la mujer, de nacionalidad española, pudo ser víctima de un robo.

Los hechos ocurrieron en un inmueble de apartamentos situado en el número 3 de la calle Jacinto Benavente. El crimen fue descubierto a última hora de la tarde de ayer por familiares o allegados que acudieron al edificio al no tener noticias de la mujer. Algunos conocidos de la víctima rechazaron dar su versión de lo ocurrido anoche frente a la puerta del edificio, donde esperaban la llegada de los servicios funerarios y el levantamiento del cadáver, realizado por la comisión judicial pasadas las 23.20 h.

Previamente, la Guardia Civil fue alertada y había enviado al lugar a patrullas de servicio que comprobaron lo ocurrido y dieron aviso al juzgado de guardia de Alicante y a los especialistas de la Policía Judicial y Científica.

El cuerpo de la mujer presentaba signos de violencia, al parecer golpes, y le habían tapado la boca con un trapo o toalla. No han trascendido detalles sobre en qué dependencia de la vivienda se encontraba la víctima y si sufrió otro tipo de agresión previa al homicidio. La autopsia aclarará todas las circunstancias sobre el fallecimiento de la mujer, cuyo cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde hoy se realizará el examen forense.

La Guardia Civil realizó una minuciosa inspección de la vivienda en busca de pruebas que permitan identificar al autor o autores del crimen. Asimismo, los agentes se entrevistaron con familiares de la víctima y vecinos del inmueble para averiguar si alguien puede aportar pistas que ayuden a esclarecer el caso.

Al ser una zona de viviendas de segunda residencia, la calle donde ocurrió el crimen estaba anoche desierta. No había vecinos curioseando en la zona ,a pesar de que dos guardias civiles de uniforme y el personal del juzgado de guardia vigilaban el acceso al edificio, que tampoco parecía estar muy habitado.