La talla de San Vicente Ferrer, icono y figura de culto en San Vicente, tiene algunos roces producto de sus bajadas cada año el día del Patrón con la polea para colocarlo en su peana, tiene algunas grietas, necesita una limpieza profesional y mejorar y adecuar algunos repintados que se hicieron por manos poco expertas. Desde hace tiempo la comisión de fiestas quería devolver a la talla el esplendor de cuando fue concebida, en 1940, y ahora ha llegado la oportunidad. Técnicos de la Diputación de Alicante han visitado la iglesia que lo alberga para hacer un análisis de los desperfectos que presenta la imagen y están preparando un informe con la actuación a realizar. El Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig va a optar a una línea de subvención que ofrece la Diputación. Según explicaba el alcalde, Jesús Villar, la institución subvenciona el 80% de la intervención y el resto saldrá de una cuestación.

El primer edil recuerda que ya en las fiestas la comisión planteó la necesidad de restaurar la imagen. «Nos pusimos en contacto con el área de Cultura de la Diputación para hacer la valoración ya que sacan ayudas para hacer reparaciones y limpieza». El primer edil señala que el montante que falte se recaudará a través de una cuestación que hará la iglesia y la comisión de fiestas y recalca que «no saldrá de las arcas del Ayuntamiento».

El primer edil destaca que en su visita, los técnicos han descartado daños en la estructura de la imagen. Villar explica que por contra, sí es muy necesario acometer el trabajo de restauración para cerrar algunos poros de la madera que en el caso de mojarse pueden hinchar la madera.

En estas últimas fiestas, la procesión del santo se aplazó precisamente porque estaba lloviendo y para evitar su deterioro. La imagen no llegó a salir de la iglesia.

El Ayuntamiento pedirá la subvención a la Diputación que se conceden en el mes de febrero. A continuación deberán solicitar presupuesto a varias empresas de restauración y los técnicos recomiendan que la imagen permanezca en la iglesia donde se deberá de acometer el proceso de restauración.

El primer edil señala que la intención es que la imagen recupere todo su esplendor en las próximas fiestas patronales. Con el paso del tiempo la imagen se ha oscurecido, la pintura de la túnica está deteriorada y hay partes desconchadas y agrietadas.

La talla actual mide 3,10 metros y data de 1940, cuando la comisión de fiestas de San Vicente quiso recuperar su patrimonio y construir una imagen como la que ardió durante la Guerra Civil, algo más pequeña, de 1,80 metros, junto a una talla más pequeña que databa del siglo XVIII.