Las altas temperaturas del mes de septiembre están permitiendo a los heladeros artesanos salvar la campaña y consolidar los resultados del pasado año, cuando las ventas se incrementaron en un 4% respecto a 2014.

José Luis Gisbert, presidente de la Asociación Nacional de Heladeros Artesanos (Anhcea) que agrupa a más de 1.200 heladerías por toda España, explica que «las sensaciones son buenas y el calor de septiembre está ayudando a subir las ventas, aunque hay que tener en cuenta que aún estamos a mediados de mes». Gracias a ello señala que se están moviendo en cifras similares a las del año pasado, cuando se rondaron los 255 millones de facturación.

«Está siendo una campaña normal. Hasta agosto iba bien, ya que junio estuvo bien y julio normal, pero agosto ha sido irregular, con menos calor de lo habitual, que ahora se está compensando con mayores temperaturas en septiembre».

Hay que recordar además que el inicio de la temporada, que arranca el 19 de marzo y finaliza el 12 de octubre, no fue bueno, ya que las lluvias en numerosos puntos del país en los meses de abril y mayo penalizaron el comienzo de la campaña, aunque la clave para el sector reside en los meses de junio, julio, agosto y septiembre.

Tal y como ya adelantó este medio a principios de junio, los heladeros confiaban en remontar el mal inicio e igualar los resultados de 2015, como así parece que va a ser finalmente, salvo que la segunda quincena de septiembre presente una meteorología adversa. Precisamente a partir de hoy se esperan de lluvias fuertes y persistentes en el norte y un significativo descenso de las temperaturas en toda la península, aunque se prevé que para el fin de semana el mercurio se vuelva a recuperar.

Hay que destacar que el pasado año el sector se benefició del segundo verano más caluroso de la historia para incrementar sus ventas un 4%, aunque los heladeros aseguran que prefieren un «calor paseable», entre los 28 y 31 grados, ya que temperaturas más altas ahuyentan a los clientes.

En cuanto a los sabores, como viene siendo habitual, los más demandados son los clásicos de chocolate, turrón y mantecado, aunque en los últimos años las heladerías artesanas han apostado por la innovación y cada establecimiento suele ofrecer productos de creación propia, dotando a cada local de su propia oferta diferenciada con un mundo de sabores a elegir. El problema que está sufriendo el sector es la mayor competencia por la apertura de nuevas heladerías.