San Vicente ha dado un paso más en su pretensión de aprovechar la presencia de la Universidad de Alicante en el término municipal para acoger empresas tecnológicas. Ayer se inauguró en Canastell la primera empresa de este polígono industrial que está integrada en el parque tecnológico de la UA. La mercantil ha nacido gracias a una investigación realizada en el campus y, además, parte de sus ganancias revertirán en la institución académica.

El origen de esta industria, en la que trabajan actualmente ocho personas más un estudiante, se encuentra en la tesis doctoral desarrollada por su actual gerente, Berenice Güerri, hace casi una década. En el año 2005 estuvo buscando un tratamiento biológico contra el picudo rojo, que entonces ya afectaba gravemente a las palmeras de la provincia.

«Estuvimos un año buscando bichos en Almería, Valencia y en la provincia de Alicante», recuerda la investigadora. La suerte llegó con el picudo número 203, hallado en una palmera de Elche, que todavía hoy conservan. El ejemplar había muerto atacado por el hongo «Beauveria bassiana» que perfora su armazón, mata al picudo al formar en su interior «una especie de una alien» y se queda dentro esperando a que aparezca otro insecto.

En su empresa lo que se hace es contaminar con este hongo un granulado de cereal, previamente esterilizado, que se deposita en la parte de la palmera por donde ataca el picudo. Allí el insecto se contamina y muere.

El tratamiento dura un mínimo de tres meses y, según explica la gerente, tienes las ventaja de que no afecta a otros seres vivos, como por ejemplo los escarabajos, y es un tratamiento fitosanitario que se aplica en seco. «Al no requerir agua en su producción ni aplicación resulta más eficaz. El agua es un bien escaso y puede crear otro problema porque la humedad puede dar lugar a que proliferen en la palmera organismos como ciertos hongos que matan las plantas».

El descubrimiento se realizó en el departamento de Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la UA. «Encontraron una herramienta muy buena, hicieron el ensayo y vieron que tenían que crear el producto», señala Güerri. La investigadora relata que «esto nace de un sueño, la locura de unos investigadores de pensar que podían iniciar la una aventura empresarial» para que su descubrimiento «no quedara en los cajones». Así crearon la empresa en el año 2010 aprovechando la infraestructura del campus. Ahora, con la apertura en una nave del polígono Canastell, por fin se ha dado el salto fuera de la valla de la UA.

Al acto de inauguración de ayer asistieron representantes de la Universidad y de la Administración, entre ellos el concejal de Urbanismo de San Vicente, Antonio Carbonell, quien destacó la apuesta del equipo de gobierno por «la implantación de empresas innovadoras en nuestro municipio que aporten un valor añadido y generen riqueza y empleo». El edil apuntó que la localidad «cuenta actualmente con 40 empresas de Investigación, Desarrollo e Innovación vinculadas a la Universidad de Alicante, que pretendemos impulsar en el entorno del campus a través del Plan General».