Un chico de 19 años fue detenido en la madrugada del jueves minutos después de, presuntamente, agredir sexualmente a una joven a la que había perseguido desde la calle Perú hasta la avenida de la Libertad. Los hechos ocurrieron a las cuatro y media de la madrugada y la colaboración imprescindible de dos taxistas fue vital para frustrar que la agresión fuera a mayores y también para identificar al chico. Con su llamada inmediata a la Policía Local activaron la rápida acción de los agentes que les permitió localizar al presunto agresor.

A las 4.37 horas la central-radio de la Policía Local recibía la llamada de una persona que dijo acabar de presenciar una agresión sexual. La persona era un taxista que desde la parada de taxis se dio cuenta de la agresión. Mientras un compañero llamaba a la central policial el otro acudía a socorrer a la joven.

Una patrulla acudía de inmediato al lugar donde se encontraba la víctima y un segundo testigo informó a los agentes de que se había cruzado con el supuesto agresor y que éste se había dirigido a pie en dirección a la plaza Santa Faz. Los agentes contaban con una detallada descripción del agresor, ya que tanto la víctima como el testigo le describieron de la misma forma. Era joven, tenía la piel oscura, de habla española, vestía una chaqueta oscura con el ribete de la capucha adornada con pelo, vaqueros y zapatillas.

La víctima relató a los agentes que salía de una sala de fiestas y notó que la estaban siguiendo en la calle Perú; siguió caminando por la calle Alicante donde continuaba la persecución. Cuando la joven llegó al cruce con la avenida Libertad comenzó a correr en dirección a la plaza Santa Faz.

El agresor corrió detrás y se abalanzó sobre ella y ambos cayeron al suelo. La víctima ha contado que el agresor le tapaba la boca con una mano y le decía «cállate, cállate» en varias ocasiones, a la vez que le realizaba tocamientos con la otra mano. A continuación la levantó del suelo y la movió a la fuerza. La joven aprovechó que se acercaba un taxi para abalanzarse sobre él y pedir auxilio.

La patrulla de Atestados de la Policía Local localizaba al supuesto agresor cruzando la calle Ciudad Jardín en dirección al parque Portabella. A los agentes les dijo que acababa de salir de su domicilio y que iba a pasear. Mientras los policías comprobaban que el joven presentaba tanto la ropa como el pelo mojado por la lluvia caída durante la madrugada y tenía una marcada mancha en el pantalón a la altura de la rodilla, así como dos manchas de carmín rojo en su mano izquierda y el cinturón desabrochado.

La víctima lo reconoció

Mientras los agentes arrestaban al presunto agresor sexual, la víctima era conducida por otros agentes hacia el centro de salud. Y ha dado la casualidad de que en el trayecto la chica vio la detención y reconoció inmediatamente a su agresor.

También el testigo de la huida lo identificó como el hombre que había visto en el lugar de los hechos.

«La chica ha tenido mucha suerte. Un compañero se ha dado cuenta de que la tiraban al suelo y ha ido para allá», comentaba un taxista ayer. «La chica se ha abrazado a una compañera que ha venido y no se soltaba», añadía mientras reconocía que «podría haberle pasado cualquier cosa mala».