Al inicio del último tramo de la calle Tirant lo Blanc, un vial que forma parte de la urbanización santjoanera de La Font y llega hasta el borde del término municipal de El Campello, se puede leer un cartel que prohibe el acceso «excepto residentes». Y de hecho los vecinos dan fe de que se cumple la norma, ya que por allí no ha entrado una brigada de limpieza desde hace meses. Si es que alguna vez ha pasado.

Los residentes de estas viviendas están hartos de salir de su casa y encontrarse con escombros de las obras de urbanización que se han hecho los últimos meses, vertidos que se mezclan con restos de poda, excrementos de perros y palés abandonados. Hasta los camiones que han realizado labores de asfaltado utilizan este vial para limpiar la cuba antes de volver a cargar.

Ante este panorama, los vecinos trasladaron hace un par de meses al Ayuntamiento su «desesperación» por la situación que llevan viviendo durante meses en su calle. A finales de julio enviaron un correo electrónico, con fotos incluidas, y recibieron respuesta, donde indicaba que remitían «su queja al área de Servicios y Mantenimiento que dirige la edil Eva Delgado». Según los vecinos, «la dejadez del consistorio que sufrimos en la calle Tirant Lo Blanc es vergonzosa». La protesta se dirigió directamente al alcalde, Jaime Albero, al que le comentaban que «urbanizar no es solo asfaltar una calle y poner farolas, es también mantenerla, limpiarla y que de vez en cuando la policía se dé una vuelta por la zona».

A la vista de que no se producían mejoras, y de que la calle ha servido como zona de acopio de material de las obras de La Font, hace unas semanas los vecinos volvieron a mandar otro correo, para «comunicarles que no solo no se han tomado medidas para solucionar el problema sino que vamos a peor. Si resulta que el Ayuntamiento no se hace cargo siendo terreno urbano, y la empresa no se pronuncia siquiera, pues ya me dirán que hacemos».

Esta situación de degradación de la zona no se ha producido de pronto. Las obras de urbanización de La Font comenzaron en mayo de 2015 y más de tres años después todavía no han acabado. Entre medias, en marzo de 2016 se anuncia un vial que conecta la calle Francisco Orellana, de El Campello, con Tirant lo Blanc, de Sant Joan, un nuevo acceso que facilitará la conexión con la playa Muchavista, pero al poco tiempo de acabar las obras, la calle se corta con unas vallas. Meses después, la Concejalía de Urbanismo de Sant Joan explica que no se puede abrir la calle porque hay que localizar a los propietarios de dos parcelas afectadas por el nuevo vial, a los que hay que expropiarles el terreno. Al inicio del verano de 2018 ya se había localizado a un propietario.

Hoy en día, la calle sigue cerrada, con camiones que vierten escombros de forma constante, convertida en un estercolero.