Solo 7 recibos pagan más IBI en Mutxamel que en años anteriores

Tres años consecutivos bajando el IBI de Mutxamel. De un tipo impositivo del 0,72 en el año 2016 a un gravamen del 0,60 este mismo año 2018. Y tres años ingresando una media de unos 300.000 euros menos por ejercicio, lo que supone en torno a un millón de euros que no han entrado en las arcas municipales entre 2016 y 2018. Sin embargo, esta disminución no ha impedido equilibrar las cuentas municipales ni que la deuda se hay reducido a cero o que el pago a los proveedores se realice dentro del plazo estipulado.

El alcalde de Mutxamel, Sebastián Cañadas, destaca que, después de siete años consecutivos «realizando un gran esfuerzo en materia de ahorro y de contención de gasto, ahora son los vecinos los que se pueden beneficiar de la rebaja del IBI que comenzamos a realizar en 2016». La rebaja progresiva del tipo impositivo que grava el Impuestos de Bienes Inmuebles, que vino a compensar la actualización de los valores del catastro marcada en 2009, ha supuesto que la práctica totalidad de los recibos que SUMA ha cobrado estos últimos días se hayan emitido con un importe inferior al de años anteriores.

En total se han pasado 18.659 recibos, de los que tan solo 7 de ellos tenían un coste superior a 2017. Los 18.652 recibos restantes han cobrado menos al contribuyente, una cantidad que también es muy inferior a los 500 recibos que subieron en 2017.

De esta forma se cierran tres años bajando el tipo impositivo que vienen a compensar la ponencia catastral realizada en 2009. Desde aquella revisión del catastro, que prácticamente duplicó el recibo a todos los vecinos de Mutxamel, se estipuló un periodo de diez años, entre 2010 y 2019, en el que se marcó un prorrateó una subida anual de un 10% por ejercicio. Por tanto, el recibo hasta 2019 todavía contempla los valores del catastro de diez años atrás, aunque el tipo impositivo haya bajado de forma progresiva desde 2016, a razón de cuatro puntos por año.

Fuertes inversiones

Sebastián Cañadas considera que «pocos ayuntamientos pueden presumir de este descenso continuo en el recibo del IBI, un descenso que se nota en el bolsillo de los contribuyentes pero no en el del consistorio». El alcalde valora de forma «muy positiva la serie de inversiones que se han podido realizar en Mutxamel estos últimos meses, valoradas en más de 5 millones de euros, conseguidos gracias a subvenciones, especialmente de la Diputación de Alicante».

Esta ayuda «externa», para obras como el pabellón polideportivo cubierto, la conversión del Matadero en un área deportiva y de ocio juvenil o la reforma del Mercado Municipal, entre otros proyectos, ha compensado los recortes marcados por el equipo de gobierno de Mutxamel, que se vio obligado a reducir de forma urgente una deuda que en 2010 ya superaba los 7 millones de euros en créditos bancarios, con unos impagos a proveedores de más de cuatro millones de euros. En 2012, la deuda total llegó a acercarse a los 10 millones (se quedó en 9,8), y desde entonces fue bajando, con 8,1 millones en 2013; 5,3 durante 2014 y 2014; 3,7 en 2016, y deuda cero desde 2017.

«El gran cambio -comenta Cañadas-, se ha producido estos últimos tres años, cuando hemos eliminado la deuda que bloqueaba al Ayuntamiento, sin subir el IBI y permitiendo que los vecinos paguen menos cada año».