Pasear a un perro sin llevar una botella de agua con la que diluir los orines de la mascota y sin contar con suficientes bolsas para recoger los excrementos del animal le puede salir caro al amo. San Vicente del Raspeig tiene previsto aprobar en el próximo pleno del 31 de octubre la Ordenanza Reguladora de la Tenencia de Animales de Compañía en el Entorno Humano que obligará a los dueños de perros a eliminar con agua la orina de sus mascotas bajo multa de 200 euros si no lo hacen. La concejala de Sanidad, Begoña Monllor, advierte de que es obligatorio y pide además a los vecinos que no añadan nada al agua, ni lejía ni amoniaco, para no potenciar el olor.
También se obliga a los usuarios a llevar más de una bolsa y que sean visibles. «No puede ser excusa que no se recoge la caca de un perro porque ya se ha usado una bolsa antes», explica gráficamente la concejala de Sanidad. No llevar suficientes bolsas tiene una multa de 60 euros
Son algunas de las novedades que incluye la nueva ordenanza que endurece las sanciones impuestas y contempla en un apartado a los animales potencialmente peligrosos. «Hemos aumentado la cantidad de las sanciones pero atendiendo a lo que permite la ley», explica Monllor. Si los vecinos son molestados por los ladridos u otros sonidos característicos según la especie animal el dueño se enfrenta a una sanción por falta leve de 300 euros si ocurre por el día y se constata que en menos de un mes la policía ha acudido cinco o más veces al domicilio por quejas; la falta se convierten en grave si los problemas se generan por la noche y la sanción asciende a 800 euros. Si el animal se escapa el dueño también será sancionado con 800 euros. Se considera grave dejar que las mascotas defequen en áreas de juegos infantiles bajo multa de 1.000 euros; y no recoger los excrementos pasa de 200 a 500 euros.
Colonias felinas
Por contra la Ordenanza que se prevé aprobar en el pleno no ha reflejado la ubicación de colonias felinas tal y como había anunciado la concejala, Begoña Monllor, ni dado carta de naturaleza a la figura de las alimentadoras de gatos.
Deja una puerta abierta asegurando que la concejalía «podrá poner en marcha, con carácter experimental proyectos de tenencia y cuidado de animales que sean reflejo de las nuevas percepciones y sensibilidades respecto a los animales, recabando siempre que sea posible la cooperación de personas voluntarias». Y si no están basados en la norma autonómica o estatal bastará un decreto de Alcaldía. Monllor asegura que esta normativa está supeditada a la norma autonómica que está pendiente de aprobarse.
