Goteo incesante de robos en la comarca. Xixona y Mutxamel han sufrido en el último mes al menos ocho asaltos en viviendas durante el día, cuando no había nadie en las casas, con el objetivo de llevarse principalmente joyas y dinero en efectivo. A estos robos hay que sumar la oleada que desde septiembre han sufrido municipios como San Vicente y Sant Joan. Una inseguridad que se ha extendido por prácticamente toda la comarca y que preocupa a los residentes.

La Guardia Civil sospecha de que se trata de varias bandas, debido al diferente modus operandi, ya que en unos casos fuerzan las puertas y cuentan con material profesional para incluso reventar cajas fuertes, y en otro se limitan a acceder a viviendas por ventanas o terrazas y salir rápidamente, según explicaron fuentes cercanas a la investigación.

Los últimos robos se registraron el pasado viernes en Xixona, en la zona de Vistabella. Una banda entró de dos bungalows por la tarde, cuando no había nadie en las viviendas, accediendo por ventanas o terrazas. Revolvieron las casas en busca de dinero y joyas, aunque su botín fue escaso, dejando por ejemplo ordenadores o tablets. El suceso se registró entre las 20.00 y las 22.00 horas en la calle Safareig, a pocos metros de la sede de la Policía Local, en una zona en la que en verano y también hace un año ya se registraron varios robos similares. En diciembre de 2017 hay que destacar que uno de los robos se produjo cuando la dueña, una mujer mayor, se encontraba en casa, aunque no se enteró de nada al estar en la cocina.

La Policía Local y la Guardia Civil han reforzado la vigilancia para tratar de frenar estos robos y atrapar a los responsables, aunque la preocupación en el vecindario es grande por esta sucesión de robos. Desde la Policía Local de Xixona explicaron que los ladrones buscan el robo fácil, acceder por ventanas y terrazas a las viviendas tras asegurarse de que no hay nadie, dando los golpes durante el día, y buscando solo dinero o joyas. Además, la población ya sufrió a principios del pasado año una oleada de robos en los polígonos industriales, que tras reforzar la vigilancia no se han vuelto a repetir.

Del mismo modo, en la zona de Río Park de Mutxamel y su entorno también se han registrado varios robos, en estos casos forzando las puertas de los chalés y buscando sobre todo dinero y joyas. El último del que se tiene constancia no se llegó a consumar, el mismo 24 de diciembre, ya que los ladrones huyeron del lugar tras destrozar la cerradura de la puerta pero sin lograr entrar, sobre las 13.00 horas. Desde el Consistorio explicaron que la Policía Local y la Guardia Civil han reforzado también la vigilancia y que es un tema que sigue preocupando, aunque señalaron que no se ha producido un incremento significativo en el último año en los asaltos, recordando la problemática de Mutxamel por la gran cantidad de urbanizaciones diseminadas.

Robos en el campo

A estos robos hay que sumar en la últimas semanas la sustracción en la madrugada del 18 de diciembre de 5.000 toneladas de alcachofas de una explotación agrícola junto a la Cv-800, frente al polígono Riodel de Mutxamel, y el asalto otro día del bar Strambotik que hay al lado, del que se llevaron la máquina de tabaco, tal y como informó este medio. Y una banda también desvalijó un colegio de El Campello.