Tras una década en el limbo, los apartamentos inacabados de Cala Lanuza ven la luz. Un grupo inversor holandés ha comprado esta promoción de viviendas turísticas, lo que va a permitir acabar la obra y sus zonas comunes, así como acondicionar el acceso a la playa tras 10 años de quejas vecinales por el estado de este camino y su entorno. Todo con el objetivo de que el complejo turístico abra ya el próximo año.
Dormio Group, una empresa holandesa especializada en el desarrollo y gestión de complejos turísticos, ha adquirido este polémico inmueble este mismo mes dentro del concurso de acreedores en el que estaba inmersa la promotora Enypesa desde su quiebra hace más de una década, según informaron ayer desde el Ayuntamiento de El Campello. La cuantía de la adquisición así como la inversión necesaria para acabar la obra no ha trascendido.
Esta mercantil ha presentado un proyecto en el Ayuntamiento para finalizar el edificio y su entorno con el objetivo de inaugurar el próximo año el Dormio Resort Costa Blanca Beach & Spa. En estos momentos el proyecto se encuentra en la fase administrativa para formalizar el cambio de titularidad y poder comenzar las obras cuanto antes, una vez que el inmueble ha salido del concurso de acreedores.
La edil de Urbanismo, María del Carmen de Lamo (Partido del Campello-Podemos), destacó ayer que este proyecto viene a generar empleo e inversión al mismo tiempo, y solucionará los problemas creados en la zona por la antigua constructora, tras haber abandonado la obra sin acabar las zonas comunes ni acondicionar el acceso a esta popular playa de la zona norte. Por ello recordó que se trata de un proyecto muy importante para el municipio y «es una buena noticia. Se van a resolver todos los problemas que había con los vecinos, ya que es una empresa seria y van a comenzar con las obras de urbanización del entorno».
Fitur
El Dormio Resort Costa Blanca Beach & Spa, que será presentado al público en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) que se celebra esta semana, ofrece apartamentos turísticos vacacionales como destino para todo el año y nace con el objetivo de conseguir 96.000 pernoctaciones al año, cifra que supondría una facturación anual estimada de 2,4 millones de euros. El resort ofertará unas 664 camas diarias, lo que generará la creación de 34 puestos de trabajo directos, al margen de los indirectos, según los datos aportados por la empresa al Ayuntamiento. La mercantil holandesa ha manifestado su intención de que en las contrataciones se priorice el empleo local.
Las obras de este complejo arrancaron en 2005 y desde su paralización en 2008 han sido varias las empresas nacionales y fondos de inversión extranjeros que se han interesado por su situación y se han planteado su compra, aunque sin llegar a cristalizar nada hasta ahora.
Exceso de alturas
Este inmueble estuvo ya en sus inicios envuelto en polémica, ya que ecologistas, vecinos y EU denunciaron que la promoción, en primera línea de playa y en unas de las última zonas vírgenes de El Campello, excedía las alturas permitidas. Finalmente el Ayuntamiento reconoció que existía un exceso pero legalizable, ya que era de unos tres metros y no de cuatro alturas como denunciaban los citados colectivos, por lo que se regularizó a posteriori.
La paralización de las obras no solo ha afectado a este proyecto turístico, sino a su entorno, ya que al no acabarse el proyecto no se ejecutó el acceso a la playa, lo que ha llevado a que desde la Gestora de Asociaciones de Vecinos hayan reclamado al Consistorio que se incautara del aval de 500.000 euros de la obra para acometer de forma subsidiaria el acondicionamiento del acceso, aunque el Ayuntamiento afirmaba que no podía intervenir la fianza al estar en un concurso de acreedores. Los residentes vienen denunciando el mal estado de este camino de tierra y que las lluvias arrastran restos de las obras que contaminan el arenal. Con esta venta y el próximo reinicio de las obras, por fin se pondrá fin a este problema y se ampliará la oferta turística de El Campello.
