El Ayuntamiento de Xixona ha adjudicado el contrato para la ejecución de las obras de restauración de la Torre Grossa y la alcazaba -los dos elementos más antiguos del castillo de la localidad- así como para el tratamiento de sendas peatonales en la fortaleza que permitan visitarla a pie con las precauciones de seguridad necesarias. Los trabajos se desarrollarán en los próximos meses para poner en valor este Bien de Interés Cultural (BIC) que presenta un avanzado deterioro.

El castillo de Xixona fue construido por los almohades entre finales del siglo XII y principios del siglo XIII, convirtiéndose en un elemento clave en la defensa de la frontera del reino de Valencia con Castilla. Tras ver reducida su importancia militar y estratégica empezó un proceso de deterioro que solo se palió con actuaciones puntuales en los siglos XV y XVI. Desde entonces se desconoce que haya habido otras intervenciones, a excepción de una pequeña reparación en la Torre Grossa hace medio siglo.

La alcaldesa Isabel López (PSOE) considera que “con estas obras conseguiremos conservar y poner en valor un auténtico símbolo para los jijonencos como es nuestro castillo, el elemento arquitectónico más antiguo con el que contamos, y que podrá ser visitado y conocido de una forma más adecuada y acorde a su importancia”. La regidora también apuntó que debido a la cuantía de la obra, es la Junta de Gobierno el órgano que ha aprobado la licitación de esta actuación y no el pleno municipal, donde el PSOE carece por ahora de mayoría para sacar adelante la adjudicación de obras como las del pabellón cubierto (4 millones) y la reforma de la Casa Rovira (1,3).

Las obras tendrán un coste de 528.095,89 euros y el plazo de ejecución es de tres meses y una semana. Para esta actuación el Ayuntamiento cuenta con una ayuda concedida por la Generalitat de cerca de 275.000 euros, procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, que se podrá justificar hasta mayo de 2020, después de que la administración autonómica ampliara el plazo inicial previsto para el conjunto de ayuntamientos, que dispondrán de más tiempo para finalizar estas actuaciones con las que se pretende recuperar enclaves históricos de la Comunidad.

Previamente a lo que es la propia reforma, se realizaran las catas arqueológicas previas pertinentes, que además deben permitir averiguar si la Torre Grossa tenía originariamente cuatro paredes o siempre ha tenido las tres que presenta actualmente, lo cual se tendrá en cuenta a la hora de realizar una rehabilitación respetuosa con su estructura original.