El alcalde de El Campello, Juanjo Berenguer, accionó ayer a las 20 horas el botón de apagado de la Torre de La Illeta, el monumento más emblemático del pueblo, de la iluminación navideña y de los focos que iluminan el Paseo Marítimo. El municipio quedó parcialmente a oscuras durante 30 minutos para escenificar su defensa del Planeta, azotado por la contaminación y el cambio climático que conlleva.

«Conscientes de que es tiempo de actuar, con este sencillo acto cargado de simbolismo, emotividad y mensaje, El Campello quiere anunciar bien alto que hará cuanto esté en su mano por revertir la situación y luchar por la salvación del planeta», ha señalado el alcalde poco antes de accionar el mecanismo ante un buen grupo de autoridades locales y vecinos que atendieron la convocatoria pública en La Illeta.

El «apagón» respondía a una directriz emanada de la ONU, a la que se sumaron otros organismos internacionales, científicos de todo el mundo y colectivos conservacionistas. Se pedía un «gesto» contra el cambio climático, y el primer edil no dudó en sumarse a la iniciativa. «La situación es grave, y negarla sería un ejercicio de irresponsabilidad», enfatizó Berenguer.