Son extranjeros y campelleros de adopción que lucen con orgullo el nombre de su ciudad de residencia por todo el mundo, y usan el castellano como único idioma entre ellos. Se trata de la asociación «Bilingüe El Campello», que engloba a extranjeros del municipio. El colectivo nació en 2016 de forma casi espontánea, y desde entonces ha crecido hasta los 225 socios con los que cuenta ahora, de 16 nacionalidades diferentes.
La asociación, sin ánimo de lucro, es un ejemplo de trabajo constante. Surgieron para dar cobertura y asesoramiento a los extranjeros que eligen el municipio para establecerse, y ahora se reúnen cada semana para actos solidarios, jornadas gastronómicas internacionales, rutas de senderismo, participación en fiestas de la provincia y excursiones culturales. Sólo hay un requisito: hablar español.
El alcalde Juanjo Berenguer (PP), sobre el que recaen además las competencias directas de Residentes Extranjeros, fue invitado hace unos días a una de esas reuniones en el bar del Parque Municipal, y pudo comprobar el éxito de la convocatoria. Coincidió el encuentro con una rifa benéfica, cuyos ingresos destinan cada año a un colectivo de apoyo a personas desfavorecidas.
El presidente es español (José Javaloyes), la secretaria colombiana (Beatriz Lenis), el vicepresidente británico, y la tesorera holandesa. Las vocalías recaen en «campelleros» procedentes de Suiza, Francia y otros países europeos. Esta auténtica torre de babel funciona, y bien, porque sus componentes se han autoimpuesto que la lengua vehicular sea el español. «Es una forma de integrarnos rápidamente en nuestra tierra de acogida, El Campello», señalan.
Autofinanciación
No persiguen subvenciones ni registros oficiales. «Nos autofinanciamos con una pequeña cuota anual para cubrir los gastos de funcionamiento, que son mínimos, y cuando organizamos algún acto cada uno se paga lo suyo», explicaron al alcalde. Parte de su razón de ser consiste en ponerse al servicio de los extranjeros deciden establecerse en El Campello. «Les ayudamos con el idioma, sobre cómo hacer gestiones ante las otras administraciones públicas, y también les asesoramos sobre el sistema sanitario, siempre con la idea puesta de conseguir la integración plena».
Más del 16% de la población de El Campello es extranjera, con más de 4.600 residentes empadronados. «Es verdad que cuando llegan se sienten un poco perdidos, pero pronto se adaptan a un calidad de vida envidiable, que es lo mejor que tiene el municipio», explican.
«Bilingüe El Campello» organiza actividades durante todo el año, desde fiestas europeas y del resto del mundo hasta viajes culturales y participación en fiestas populares. Participa a menudo en el «tardeo» de Alicante, en la Romería de la Santa Faz, queman su propia hoguera en la noche de San Juan y, paralelamente, organizan la fiesta irlandesa de San Patricio o celebran cada 4 de julio la Independencia de EE UU por ejemplo.
Jornadas culinarias
Mención aparte, por la alta participación, son las jornadas interculturales culinarias, en las que cada uno cocina un plato de su país de origen y tiene que explicar al resto su origen, ingredientes y forma de prepararlo. Otra actividad que se consolida son las tardes de «cuentachistes» para aprender el idioma.
Y si esa agenda los mantiene activos todo el año, cuando llega el verano la cosa se dispara. «Vienen nuestras familias a pasar unos días con nosotros de vacaciones, y nos juntamos hasta cuatro generaciones en El Campello... Es fantástico porque viajamos para conocer la provincia, y recorremos las montañas con rutas de senderismo, que conocemos muy bien».
De «muy acertada e interesante» califica el alcalde la labor de este colectivo, «al que ofrecemos toda la colaboración municipal». Los integrantes del colectivo y sus familias tienen a gala promocionar el nombre de El Campello por todo el mundo. Para ello, han diseñado camisetas con su logotipo y el nombre del municipio, «y nos hemos impuesto que allá donde viajemos nos hacemos fotos con la camiseta en parajes emblemáticos de los cinco continentes». «Es importante compartir El Campello, y a nosotros nos hace mucha ilusión, porque este pueblo tiene algo... no sabemos... algo mágico que nos atrae. La gente viene a vernos y se queda para siempre».
