La emblemática prolongación de la avenida de València es ya una realidad. El nuevo acceso al casco urbano por la zona suroeste entró en funcionamiento el pasado viernes. Un proyecto de más de 30 años en proceso que por fin se ha materializado, y que va a suponer muchos beneficios tanto para el tráfico interno como externo.
La avenida Enric Valor, que da continuidad a la de València y que en su tramo final se llamará avenida Alcalde Fernando Ripoll , tiene un tramo de 30 metros de ancho, con un bulevar central, hasta el Camí la Rula , y otro tramo de 20 metros hasta la rotonda cercana al Matadero, lo que permite cruzar en línea recta desde la CV-800 hasta la ronda San Vicente-Sant Joan.
El alcalde de Mutxamel, Sebastián Cañadas (PP), y el concejal de Infraestructuras, José Antonio Bermejo, acompañados por el resto del equipo de gobierno y la concejal de Compromís, así como personal técnico del Ayuntamiento, descubrieron una placa para dejar constancia de la fecha en que se da esta efeméride tan importante para la evolución urbanística de Mutxamel.
Con motivo del covid-19 no se ha podido realizar una inauguración institucional, pero aún así algunos vecinos se acercaron para estar presentes en este momento tan esperado para los vecinos.
Este proyecto forma parte de las normas urbanísticas locales desde 1989 y la obra acometida por el Ayuntamiento ha contado con un presupuesto de 459.800 euros y fue adjudicada a principios de 2019. A ello hay que añadir los 1,3 millones que han costado las expropiaciones, que sufragarán las promotoras que van a desarrollar los proyectos urbanísticos en torno a esta gran arteria que cruza el municipio.
Con esta obra se pretende acabar con el estrangulamiento que se produce en el nudo de la confluencia de la avenida de València y el Paseo de la Constitución, debido a la falta de continuidad manifiesta de la avenida de València, que ahora por fin tiene prolongación y alivia el tráfico en este sector de Mutxamel.
