Vía libre para que la Generalitat acometa la conexión del alcantarillado de la zona norte de El Campello con la depuradora de Sant Joan, y acabar así con los vertidos de fecales que sufre esta parte del litoral por su deficiente sistema de saneamiento. El pleno ha aprobado de forma definitiva las expropiaciones de los terrenos, último paso antes del inicio de las obras. Unas enajenaciones que han sufrido un enorme retraso, ya que la tramitación del Ayuntamiento se ha alargado más de tres años.
La Generalitat tiene ya en su fase final el proceso de licitación de las obras por valor de 4,8 millones de euros, con el estudio de las ofertas presentadas, y los trabajos se espera arranquen a finales de año o principios de 2021, con una duración de 18 meses. Por su parte el Ayuntamiento pone a disposición de la Conselleria los terrenos, destinando a las expropiaciones 350.000 euros. En el pleno ordinario del pasado jueves se aprobaron por unanimidad estas enajenaciones, aceptando parcialmente las alegaciones de dos de los propietarios. Y los dueños tienen un mes para aceptar la cuantía fijada o acudir al Jurado Provincial de Expropiación Forzosa.
El alcalde Juanjo Berenguer (PP) destacó que ha sido un proceso «largo y muy técnico» y que el objetivo es acabar por fin con los problemas de saneamiento de la zona norte. Y el edil de Servicios Públicos, Julio Oca (Cs), recordó que hace año y medio la Generalitat aprobó este proyecto y ha sido el actual ejecutivo municipal el que «ha desbloqueado un expediente más que había quedado enquistado del anterior gobierno».
Y es que con esta actuación se pondrán fin a los graves problemas de saneamiento que sufre la zona norte, cuyas obsoletas depuradoras provocan vertidos de aguas residuales en las calas de la zona. Una solución diferente a la que se inició en 2008, cuando la Generalitat comenzó la construcción de una depuradora en la zona norte por 12 millones, trabajos que se abandonaron a medio hacer en 2009 por falta de fondos, dejando parte de la estructura de la depuradora junto a la A-7 y sin resolver un problema que una década después aún persiste. Otros trabajos vinculados con aquellas obras sí que se han podido aprovechar para esta otra solución.
Las obras contemplan una conducción para llevar las aguas fecales desde las calas Lanuza, Baeza y d'Or hasta una estación en desuso en el IES Enric Valor, en el casco urbano. Al llegar al casco urbano la conducción subirá por la calle Sant Francesc, en la zona del Carrerlamar, bordeando el Parque Central hasta llegar al instituto. Además se acabará la red de alcantarillado de la zona norte y se convertirán las tres pequeñas depuradoras de la zona norte en estaciones de bombeo integradas en esta red.
Igualmente, esta obra permitirá aliviar la red de la zona del Carrerlamar, ya que actualmente las aguas residuales de la parte de la zona norte que sí que está conectada, como Coveta, l'Amerador o Alkabir, van a parar al colector del monumento al Pescador desde l'Almadrava, y con la nueva infraestructura irán también al del IES.
