Por un callejero igualitario. Muy pocas calles hay dedicadas a mujeres en El Campello, y las que hay, casi todas son de vírgenes y santas. El 94% de los viales con nombre propio son de hombres. Pero es que del 6% restante de féminas, casi todas son de vírgenes y santas, 5 de 7. Es decir, que de las 118 calles que hay con nombre y apellidos, el 98,3% son para varones, vírgenes y santas. Por ello, Esquerra Unida lleva al pleno de este mes una moción para tratar de invertir esta tendencia y dar protagonismo a las mujeres.

Según revela Carlos Bueso Alcalá, historiador y vecino de El Campello, en las conclusiones de su trabajo «Análisis de género del callejero de El Campello», el callejero de El Campello se compone de un total de 118 vías o plazas cuyos nombres se basan en nombres propios personales, distribuyéndose de la siguiente manera: 111 nombres masculinos (94%) frente a 7 que reconocen figuras femeninas (6%). Además, cuando analiza la distribución atributiva de las mujeres encontramos que de las 7 calles, al menos 5 se refieren a vírgenes y santas.

En contraposición, los artistas masculinos ocupan un 37%, los personajes históricos un 25%, los alcaldes del municipio un 15% y santos religiosos otro 15%.

Por ello, el portavoz de EU, Pedro Mario Pardo, reclama al pleno con su moción que «el Ayuntamiento de El Campello inicie una campaña de recogida de propuestas de mujeres ilustres, tanto locales como foráneas, con el fin de elaborar un listado de nombres femeninos para nombrar nuestros espacios públicos». Y que «las nuevas calles, plazas, avenidas, espacios verdes o cualquier otra infraestructura que se desarrolle en nuestro municipio a partir de ahora tengan mayoritariamente nombres de mujeres, hasta alcanzar una tasa similar a la masculina o dicho de otro modo, lograr un callejero igualitario».

Invisibilidad

Esta moción «contra la invisibilidad de las mujeres en los espacios públicos de El Campello» destaca que «es innegable los siglos de dominación del hombre sobre la mujer. Esto se ha traducido en múltiples expresiones y formas de violencia hacia las mujeres. Estas violencias sistémicas incluyen desde las formas más explícitas, como son la violencia física, las amenazas o los insultos por ser mujer, hasta formas más sutiles como puede ser la invisibilización. Esta es una forma de denigrar, es un reflejo de esa creencia de que las mujeres no han aportado nada a la historia, son un ser secundario con una función reproductiva. Se ha invisibilizado a la mujer en la ciencia, en el campo, en la literatura… a la mujer en la Historia en general. Y esto se ve reflejado, incluso en el homenaje que se hacen a las personas ilustres poniendo sus nombres a las calles, como ha puesto de manifiesto el estudio de Carlos Bueso».