Indignación de vecinos y comerciantes de la calle Pelayo de San Vicente del Raspeig. Lamentan las molestias que desde septiembre les están produciendo las obras y sobre todo, el hecho de que se han tenido que levantar un tramos que ya estaban hechos.

También denuncian que hay trozos que no se van a cambiar y que están deteriorados y cuando llueve los peatones se resbalan. Y que no se ha dado alternativa al aparcamiento para discapacitados que se ha eliminado por obras. Hasta este viernes uno de los comercios más afectados por los errores era la farmacia ya que el acceso al establecimiento contaba con una pronunciada rampa, imposible para acceder con silla de ruedas o andador.

El concejal de Infraestructuras, Jesús Arenas, reconocía los fallos y la necesidad de rehacer parte de un tramo de acera, unos 20 metros de longitud que ya se había hecho y lograr nivelar la acera, ya que había quedado demasiado baja, provocando escalones en los comercios y haciendo que no fueran accesibles. Para solucionarlo se ha tenido que levantar el tramo y elevarse la acera que ya se había hecho nueva. El concejal adelantaba que si la empresa es consciente del error o es el ayuntamiento el que aprecia un fallo de ejecución la obligación es rehacerlo, como así se ha hecho.

El tramo de acera de Pelayo que se ha hecho nuevo, en una imagen de ayer. | INFORMACIÓN

El proyecto de reurbanización y reacondicionamiento de la calle Pelayo se remonta al año 2018, y en aquel momento, según explica el edil, se indicaba que había tramos de acera en buenas condiciones. Ahora con el paso del tiempo los vecinos indican que se advierten zonas más viejas que otras y con más deterioro. El concejal de Infraestructuras señala que en esos tramos se están cambiando las piezas rotas o más deterioradas. La actuación arrancó el 9 de septiembre con un coste de 365.000 euros y 4 meses de ejecución.

«Es inexplicable lo que pasa en la calle Pelayo», indica el portavoz del grupo municipal Popular, Óscar Lillo. Su grupo llevó al pasado pleno de noviembre las reclamaciones de los comerciantes y vecinos. «Vas andando y ves la chapuza que se ha hecho porque las aceras están puestas con dos tipos de terrazos, unos nuevos y otros viejos; los escombros en la calle, y la sensación de los vecinos de cómo está todo. Hemos pedido que por favor se cumplan los plazos porque bastante perjuicio están teniendo los comercios como para que se prolongue en el tiempo».

Mientras, un panadero lamenta las pérdidas que le están produciendo las obras. «He tenido escombros delante de mi puerta desde mediados de septiembre. Vendo pan y hay días que me he ido a casa con 53 euros», lamenta Michel Ruiz. «Ha sido error tras error. Abrían y encontraban una canalización de agua; abrían y encontraban cables. Tanto yo como la lavandería hemos tenido días el paso cortado. La acera levantada. Hoy hace un año que abrí la panadería y me cuesta mucho mantenerme. Quiero llevarme un sueldo y me voy desolado cada día», lamenta. A la vez que critica que no ha encontrado ni apoyo ni explicaciones del Ayuntamiento.