Al borde de la desaparición. La asociación Afadace de El Campello de familiares de enfermos de alzhéimer y otras demencias se plantea seriamente su cierre, ante la falta de ayuda económica por parte del Ayuntamiento y por carecer de un local donde trabajar de manera profesional e individualizada. El colectivo asegura que no pueden seguir en las actuales condiciones y reclaman, por ahora sin éxito, al Consistorio otro espacio para seguir adelante con su labor de ayuda a los afectados de alzhéimer. Pero es que además se han quedado sin subvención por no haber podido culminar su programa de trabajo de este año por la pandemia, sin que el Consistorio haya buscado una alternativa para ayudar económicamente a la entidad, lamentan.

Por ello desde esta asociación nacida en 2013 lanzan un SOS. Cuentan con 75 socios y este año ha atendido a 25 enfermos. Pero por las condiciones actuales de espacio por la pandemia han pasado de atender 15 horas semanales a 20 usuarios, 3 profesionales y 8 voluntarios, a 4 horas semanales, 8 afectados y 2 profesionales. Y es que han tenido que decir a usuarios que no podían continuar por el aforo máximo y el tipo de ubicación actual, ya que por su deterioro necesitaban una atención más individualizada y podrían salirse a la calle. Y además denuncian que el aislamiento social que sufren estos enfermos por la pandemia y la falta de medios de la asociación se ha llevado ya la vida de dos de ellos en los últimos días.

Afectados se reunieron ayer con el alcalde tras pedir tres veces en un mes un encuentro para buscar una solución

Desde el colectivo lamentan que desde hace más de un mes han presentado tres escritos por registro pidiendo una reunión con el alcalde Juanjo Berenguer (PP) sin respuesta... hasta ayer, cuando por fin mantuvieron un encuentro con él, quedando emplazados para otra reunión en enero, ya que Berenguer les dijo que tenía que entrevistarse con la directora del Centro Social para ver qué se puede hacer. Desde Afadace explican que «el motivo de dicha insistencia es buscar una solución para seguir adelante con la asociación, viendo el riesgo que corre de un próximo cierre», en el mes de marzo. Y recuerdan su labor social y de interés público en beneficio de los vecinos.

En El Campello recuerdan que «cada día se diagnostican más casos de alzhéimer y otras demencias, añadido a las consecuencias del confinamiento y el aislamiento social». Y hasta la fecha, la única información de la que disponen es que hasta ayer podían estar en el salón de actos del Centro Social, con un máximo de 10 personas. Por ello, después de la Navidad desconocen si podrán seguir en esta ubicación, que además no se ajusta a sus necesidades.

Frío

Y es que se trata de un espacio muy grande donde pasan mucho frío, al tener que mantener abiertas las ventanas y puertas. Y necesitan la seguridad de que los usuarios no tengan acceso directo a la calle, requieren de un baño cerca -ahora tienen que salir a la calle y dar la vuelta por la cafetería-, y disponer de manera accesible de los materiales de los usuarios, hacer entrevistas, evaluaciones neuropsicologías, tratamiento psicológico individual... algo que hacían antes de la pandemia en su local del Centro Social, pero por la crisis sanitaria se han cerrado todos esos espacios, por lo que reclaman que se los recoloque.

Del mismo modo no entienden que este año no se les haya concedido la subvención que durante seis años el Consistorio les ha dado. Y la asociación recuerda que «el Ayuntamiento dispone de espacios cerrados e inutilizados en nuestro horario de mañanas y no accede a la cesión de estos. Necesitamos la ayuda para seguir adelante y un local donde trabajar de manera profesional».

El alcalde estudiará el caso y Bienestar Social dice que hace todo lo que puede

El alcalde Juanjo Berenguer (PP) ha tenido conocimiento por este diario esta semana de las peticiones de reunión realizadas por Afadace, ya que las solicitudes no han llegado por un problema con la recepción del registro por parte del personal de Alcaldía, por lo que se ha comprometido a estudiar el caso, reuniéndose ayer ya con Afadace para escucharles.

Por su parte desde el área de Bienestar Social, que dirige Mercé Pairó (Cs), explicaron que han prestado toda la ayuda posible a la asociación, y que su edil está en contacto todas las semanas con Afadace. Señalaron que debido a las restricciones por la pandemia solo pueden tener un máximo de 10 personas en el salón del Centro Social, pero cuando mejore la situación se podría ampliar hasta 25. Del mismo modo desde la concejalía reconocieron que los usuarios pasan mucho frío por el protocolo anticovid, y que por ello se ha acordado encender la calefacción media hora antes de las sesiones, aunque las ventanas siguen teniendo que estar abiertas. En cuanto a ubicarlos en otras dependencias, señalaron que con el cierre de resto de espacios del Centro Social por la pandemia, la concejalía carece de otras dependencias bajo su responsabilidad, y por ello ha pedido la colaboración a otras áreas municipales para tratar de buscar otro local adecuados para Afadace.

Del mismo modo, respecto a la continuidad de Afadace en el Centro Social en enero, desde la concejalía de Bienestar Social señalaron que en un principio sí que van a poder contando con este espacio en las condiciones actuales, si no se encuentra una alternativa mejor, e insistieron en que «tenemos la voluntad de ayudar».