El Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig debe retrotraerse a 2018 y volver a exigir al concesionario del Velódromo unas mejoras en las instalaciones. El consistorio tiene que acatar una sentencia que le da la razón al adjudicatario por un error procedimental y se da marcha atrás al acuerdo plenario de 2018. En aquel pleno se aprobó el cambio de las mejoras del velódromo acordadas en su día por otras mejoras de similar valor.
El grupo municipal Podemos denuncia que «de haber existido un mayor control sobre este contrato por parte del equipo de Gobierno, nada más y nada menos que el seguimiento al que se comprometieron ambas partes en el momento de la adjudicación, esto seguramente se podría haber evitado», declara el portavoz, David Navarro.
El grupo recuerda que la comisión de seguimiento se creó cuando se adjudicó la concesión de la explotación del complejo deportivo Sur en 2014 con el fin de supervisar y garantizar que la empresa concesionaria cumple las condiciones pactadas en el contrato. Navarro advierte que la comisión de seguimiento tenía que reunirse periódicamente cada tres meses. «Nuevamente tenemos que denunciar la falta de una gestión eficaz por parte del equipo de gobierno (PSOE y EU), esta vez plasmada en la dejadez y la falta de control y seguimiento de la explotación del complejo deportivo», explica David Navarro. «Tras la pregunta de Podemos, desde el equipo de Gobierno se admitía que la última reunión se había realizado en julio de 2018. La comisión de seguimiento se ha reunido 4 veces en 4 años y medio, cuando debería estar reuniéndose cada 3 meses», denuncia David Navarro.