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El retraso en las obras del gimnasio y comedor del colegio Sagrada Familia de Xixona impide que abra este curso

El Ayuntamiento decide ampliar tres meses el plazo de ejecución de los trabajos debido a los contratiempos surgidos en la construcción del nuevo pabellón y a los efectos de la pandemia

Los trabajos de construcción del nuevo pabellón del colegio Sagrada Familia, en una imagen de la pasada semana.

El ansiado comedor-gimnasio del colegio Sagrada Familia de Xixona no podrá entrar en funcionamiento en el presente curso escolar. El retraso en las obras de construcción del nuevo pabellón, incluido en el Plan Edificant de la Generalitat, ha obligado a ampliar en tres meses el plazo de ejecución, por lo que la empresa adjudicataria tiene hasta el 2 de junio para entregar la obra. Después habrá que amueblar la nueva instalación, por lo que la edil de Educación, María Teresa Carbonell, descarta que pueda llegar a tiempo para el presente curso. El objetivo es que esté plenamente operativo para el inicio del curso 2021-2022.

El motivo del retraso ha sido la aparición de diferentes contratiempos durante las obras, así como por los efectos derivados de la pandemia, que han hecho que el ritmo de los trabajos no haya sido siempre el esperado.

Aunque la empresa, Construcciones Porticada, inicialmente pedía una prórroga de cuatro meses, finalmente desde el consistorio se ha acordado que se prolonguen las obras tres meses más. Las labores ya se vieron afectadas por la declaración del primer estado de alarma, ya que debían empezar en marzo pero se tuvieron que posponer hasta mayo, cuando por fin arrancaron. La duración de esta adjudicación era originariamente de un año, pero esta empresa presentó una mejora en el concurso de licitación, rebajando el plazo a 10 meses. Pero ahora, debido a estos contratiempos y a la pandemia, se tiene que ampliar a un total de 13 meses.

Esta obra fue licitada por 949.823,78 euros (IVA incluido) y está financiada por la Generalitat, constituyendo una de las mayores obras en marcha del Plan Edificant en la provincia.

El proyecto viene a atender una reivindicación de hace más de una década de la comunidad educativa, desde que se tuvo que derribar el antiguo pabellón por las grietas que presentaba. El nuevo edificio va a estar destinado a gimnasio -con aseos y vestuarios- y a comedor escolar con cocina, y además se incluye la adecuación de los antiguos vestuarios situados junto al campo de fútbol para que se puedan utilizar como almacén. El nuevo edificio dispondrá de una superficie útil total de 705,90 m².

Debido a la falta de esta infraestructura desde 2011, los alumnos del centro tienen que realizar las actividades de educación física al aire libre, con lo que supone en caso de meteorología adversa, mientras que el comedor ha estado ubicado en barracones. De todas formas, las obras no han interferido con las clases, ya que el nuevo edificio se levanta en el recinto en el que estaba el antiguo, que es independiente del pabellón principal.

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