La planta de tratamiento de residuos de El Campello ya ha instalado la maquinaria de última generación para optimizar el compostaje y tratar de reducir las molestias por los malos olores que viene provocando desde su apertura en 2009. Los trabajos de ampliación que se están llevando a cabo han permitido instalar ya los dos reactores que optimizarán el funcionamiento del proceso del compostaje. Se trata de maquinaria de última generación fabricada íntegramente en la Comunidad Valenciana y que utiliza volteadoras automáticas para completar el procedimiento. Para su instalación se ha requerido la ejecución de obras de importante envergadura, como ha sido la instalación de la estructura y la cubierta de la nave de afino, el acondicionamiento del suelo y la disposición de los raíles sobre los que se han instalado los reactores. Por último, se ha procedido al depósito de la grava necesaria en la zona para su correcto funcionamiento, según han informado desde el Consorcio Mare, responsable de las obras junto con la empresa FCC que gestiona las instalaciones de Les Canyades. Estas obras llevan en marcha desde el mes de noviembre, la previsión es que estén acabadas para este verano y suponen una inversión de 20 millones de euros.

Desde el Consorci Mare destacan que es la primera vez que se instala esta tecnología de última generación en una planta de tratamiento de residuos de la provincia de Alicante, "lo que convierte al Consorci Mare en la entidad de gestión de residuos más avanzada de la provincia. La primera parte de las obras del modificado del proyecto de gestión culmina así, después de haber desarrollado también la puesta en marcha de la estructura de la nave del rechazo de balas y la adecuación de la zona de recuperación de vidrio, donde se ha incorporado nueva maquinaria para extraer las pequeñas porciones de vidrio del material bioestabilizado". Los operarios han incorporado ya la máquina retractiladora y la nueva prensa de las balas de rechazo que posibilitarán que el residuos llegue embalado y compactado al vertedero para evitar malos olores y prolongar su vida útil.

La obra pretende mejorar los índices de recuperación de los residuos y evitar los malos olores para atender así la principal reivindicación vecinal. El presidente de la entidad, José Vicente Ferriz, ha manifestado que con la instalación de la maquinaria se podrán tratar 56.000 toneladas de materia orgánica al año y se da cumplimiento a la normativa vigente y a la voluntad de cumplir con lo que el medio ambiente nos demanda. De esta manera “se reducirá al máximo los residuos que se depositan en el vertedero para disminuir así su impacto ambiental”, ha añadido.

Las obras suponen una inversión que supera los 20 millones de euros. Con la modernización que se está acometiendo se pretende actuar frente a la emergencia climática. Con todo ello se aspira a alcanzar los resultados de recuperación y eliminación que exige el actual Plan Integral de Residuos de la Comunidad Valenciana así como cumplir con uno de los grandes retos de la normativa actual en materia de residuos: mejorar la gestión y el tratamiento de la fracción orgánica, potenciando la recogida en origen de los biorresiduos.