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San Vicente dispara las licencias para hacer minipisos en bajos comerciales

Entre 2020 y 2021 Urbanismo ha tramitado 16 cambios de uso para reconvertir antiguos locales en viviendas de menos de 50 metros - Algunas casas ya se ofrecen en régimen de alquiler para estudiantes o parejas por 450 euros

En este bajo próximo a Ancha de Castelar se han construido cuatro minipisos. | INFORMACIÓN

San Vicente del Raspeig ha experimentado un notable incremento en la solicitud de licencias para reconvertir antiguos bajos comerciales en viviendas. Esta tendencia, aseguran en Urbanismo, viene de los últimos años, pero ha sido especialmente en el 2020 cuando ha despegado. En plena pandemia de coronavirus. Durante todo el año pasado el área de Urbanismo ha concedido 12 licencias de obra con el epígrafe de cambio de uso de local a vivienda. Y de enero a marzo de este año el departamento de Urbanismo que dirige el alcalde, Jesús Villar ha tramitado ya un total de 4 solicitudes.

Se trata de minipisos que en su mayor parte no llegan a los 50 metros, cuyos propietarios bien tenían antes un local comercial o únicamente disponían del bajo que no explotaban y que han decidido obtener unos beneficios reconvirtiéndolos en un habitáculo. En algunos casos un bajo se ha reconvertido en cuatro pequeñas casas a ras de suelo.

San Vicente dispara las licencias para hacer minipisos en bajos comerciales

Los dueños llevan a cabo la reforma y el antiguo bajo comercial se convierte en la mayor parte de casos en un loft, un espacio diáfano dotado de una cocina americana junto al salón, un espacio para dormir y un baño en el que puede vivir una o dos personas. Y así se publicitan los que ya están en portales de alquiler online.

Actualmente se han concedido licencias principalmente en bajos ubicados en el centro de San Vicente del Raspeig. Están ubicados en la calle San Isidro, en Rafael Altamira, en la calle Santiago, en Labradores, en la calle Alcoy, en Alfonso el Sabio o en Torres Quevedo, entre otras.

El alcalde y concejal de Urbanismo explica que se ha convertido en una tendencia en los últimos años la tramitación de peticiones de reconversión de locales en casas. Y advierte que San Vicente tiene las condiciones adecuadas al contar con muchos locales. Y las continuas reconversiones, además, están animando a otros propietarios a hacer lo mismo.

El responsable de Urbanismo explica que muchos vecinos han visto ahora la oportunidad de aprovechar unos espacios sin actividad porque la coyuntura económica bien obligó a cerrar el comercio que acogía o no motiva a abrir uno.

Villar reconoce que se trata de espacios «no demasiado grandes» que en algunos casos favorece las necesidades de vecinos que buscan accesibilidad al tener la movilidad reducida. De hecho, alguno de estos minipisos ha sido adquirido por personas con discapacidad que necesitan moverse en silla de ruedas y que no tienen que sortear escalones ni barreras para acceder a estas viviendas diáfanas a pie de calle.

Algunos han sido anteriormente locales comerciales y otros son locales cerrados «que llevaban así bastante tiempo», indica el responsable de Urbanismo, que considera que la mayoría no eran comercios anteriormente. Pertenecen a personas que han visto una oportunidad de negocio.

El primer edil reconoce que San Vicente tiene una fuerte tendencia al alquiler a estudiantes y de hecho se piensa en ellos cuando se realizan reformas o se emprende la construcción de apartamentos destinados a universitarios. Y aunque al principio de la pandemia el alquiler de viviendas y la presencia de los estudiantes cayó en picado; actualmente ha vuelto la actividad de la vida universitaria que incluye el alquiler de viviendas.

Desde los servicios técnicos de Urbanismo explican que el cambio de tendencia se debe a que «a la vista de lo que sucede», en referencia a la situación de crisis generada por la pandemia, muchos vecinos han decidido «optimizar sus recursos y su patrimonio».

En Urbanismo hacen hincapié en la condición de ciudad universitaria que tiene San Vicente del Raspeig y en la alta demanda que existe de alojamiento para los estudiantes. «La mayoría de locales que se transforman es para cubrir esta demanda», afirman.

Urbanismo detectó hace años que las inmobiliarias «demandaban este producto, y la gente se ha dado cuenta de que con esta bajísima actividad comercial» podía sacar un partido económico transformando su local». De forma gráfica, indican que «la demanda de alquileres viene de atrás y el tsunami económico ha hecho de muelle», incentivando la cada vez más habitual transformación de bajos en casas.

El Ayuntamiento vela porque la reconversión siga los criterios y la normativa de habitáculos que, entre otras cosas, tiene en cuenta por ejemplo las condicione de ventilación que debe de guardar el local reconvertido en vivienda.

Informe para justificar el parking de las residencias

El pleno de este miércoles lleva a aprobación la exposición pública de la modificación 38 del plan general, que entre otras cosas, regula que se puedan considerar oficinas las viviendas particulares. Otro de los puntos es permitir que hoteles o residencias universitarias no tengan que construir aparcamientos, pero puedan poner a disposición de sus clientes uno privado a menos de 400 metros del establecimiento. Este punto ha sido polémico y el lunes los servicios de Urbanismo presentan a los grupos un informe justificando el porqué de esta distancia.

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