San Vicente del Raspeig vuelve un día más a la palestra. El PP provincial pide a la Fiscalía Anticorrupción que investigue los contratos de los que se habla en los chats de WhatsApp de los socialistas contrarios al alcalde, grupo en el que había concejales y militantes. De hecho, la revelación de que el edil de Contratación, Jesús Arenas, había compartido documentos y expedientes en dichos grupos fue lo que motivó al alcalde, Jesús Villar, a quitarle las competencias el lunes 19 de abril. Cuatro días después, el edil y portavoz de la formación anunció que dejaba el acta de concejal.

Los populares instan a la Fiscalía Anticorrupción «a que investigue de oficio los contratos de los que se habla en esas conversaciones por si hubiera algún tipo de delito vinculado a la corrupción u otro tipo de irregularidad». El vicesecretario de organización del PP provincial, diputado autonómico por Alicante y sanvicentero, José Antonio Rovira, ha destacado «que en esas conversaciones de chat se hablaba de quitar poder a los funcionarios, revisar las bases de ciertas contrataciones o de modificaciones del Plan General de Ordenación Urbana. Todo ello información que aún no era pública, con directrices por parte de dirigentes del PSOE que podrían responder a actuaciones penadas en nuestro marco normativo».

Los populares advierten de que en las conversaciones aparecen temas urbanísticos donde «parece que se ha intentado restringir la capacidad de decisión de los funcionarios, se ha insultado a trabajadores municipales y ha campado a sus anchas información que no tendría que haber salido del Ayuntamiento en ese momento».

Añaden que el hecho de compartir documentación municipal «podría estar contraviniendo el artículo 145 del Código Penal español, que hace referencia a las penas que se impondrán a la autoridad o funcionario público que acceda o permita el acceso a documentos secretos que estén en su custodia», indica Rovira. Y apunta que el propio contenido de los mensajes «exige una investigación al estar hablándose de datos e informaciones urbanísticas o cómo restar poder al funcionariado y los técnicos».

Por su parte, el grupo municipal de Cs cree que debe ser el alcalde quien debe tomar la iniciativa y llevar a la Fiscalía las posibles irregularidades cometidas.

Y mientras los populares piden contundencia, el PSPV se mantiene a la expectativa de lo que pasa en San Vicente. Continúa con la tramitación de los expedientes informativos a los siete concejales «díscolos» en los que cabe incluso la expulsión de los afectados. Pero no ha intervenido en esta nueva batalla por el control del partido como ha vuelto a pedir Jesús Villar, que de nuevo vuelve a verse acorralado.

El domingo se producía un nuevo golpe de efecto. Abandonaban la Ejecutiva local para así forzar una gestora, Arenas y tres de los concejales del sector de José Luis Lorenzo que forman parte de la Ejecutiva local, Guillermo García, Pilar Alcolea y el edil recién nombrado Juan Antonio López. Y por la noche se unía José Gadea Cuevas. Con su gesto quieren evidenciar el escaso poder de Villar, y tomar el control con una nueva Ejecutiva haciendo valer su mayoría numérica. Para ello, fuentes socialistas consideran que su objetivo es hacer valer la mayoría con la que cuentan, en torno a un 60% de la militancia, y apostar por una ejecutiva fuerte con liderazgo que recomponga el partido y ofrezca un liderazgo fuerte. El PSPV tiene que formar una gestora con un miembro comarcal, otro provincial y otro autonómico. Y esta a su vez tendrá que convocar antes una asamblea para tratar la renovación, y según los nuevos estatutos del partido, debe ser con prontitud. Y aquí entra el peso que una ciudad como San Vicente tiene aportando delegados en el congreso provincial.

Sin embargo, desde el partido no dan por bueno este movimiento y advierten de que «a día de hoy» Jesús Villar sigue siendo el secretario local y la agrupación se mantiene igual, puesto que aseguran que no constan las dimisiones de la Ejecutiva anunciadas el domingo.

Mientras tanto, el alcalde asegura que las zozobras en el partido no se han trasladado al grupo municipal, que ha aplazado el nombramiento de nuevo portavoz, que mientras tanto es Pilar Alcolea. Villar no cree que los concejales vayan a dejar el acta como han hecho Lorenzo y Arenas. Y ayer mismo mantuvieron una reunión de más de tres horas de equipo de gobierno para abordar el pleno de remanentes.

Villar: «La situación nunca ha dejado de ser tensa»

El munícipe confía en que el grupo sea unánime en la votación del próximo pleno de remanentes

El alcalde, Jesús Villar, no ha convencido a los concejales para hacer el equipo que esperaba, una vez descabezados los dirigentes del grupo de ediles «díscolos». Preguntado por la tensa situación que vive de nuevo, confiesa que «no ha dejado de ser tensa en ningún momento». Está «casi como estaba al principio, no ha empeorado». El primer edil confía en seguir trabajando por San Vicente intentando diferenciar el partido del gobierno local. «No era una Ejecutiva que tuviera demasiado poder», indica. 

El próximo reto al que se enfrenta es la aprobación del pleno de remanentes cuya fecha está pendiente de fijar. El municipio dispone de 16 millones de euros que son una oportunidad para sacar adelante proyectos en plena crisis económica y sanitaria por lo que necesita un grupo municipal unido y que no cambie el sentido de su voto. El primer edil está convencido de que en este tema se va a llegar a acuerdos y los ediles socialistas no van a cambiar el sentio del voto. 

Mientras, a pesar de la presión y de que una nueva Ejecutiva socialista le invalida como secretario local, Villar asegura que no se plantea dejar la Alcaldía. «No me lo planteaba antes y ahora tampoco. El hecho de no ser secretario general no impide que siga trabajando por San Vicente y hacer que las cosas salgan».