Niños con las manitas morenas, con los cuellos enrojecidos y que salen del «cole» sudando. Es la realidad de los pequeños de las dos clases de tres años del colegio José Ramón García Antón de San Vicente del Raspeig. Hartos de no encontrar soluciones y que no se tomen en cuenta sus peticiones, los padres de los 50 pequeños de las dos clases de infantil de tres años del centro han comenzado a llamar la atención, exigiendo que se instale un techado o al menos se coloquen toldos en los dos patios de ambas clases donde, advierten, está todo el día dando el sol. El momento de recreo de los pequeños es también a pleno sol y dentro de las clases se alcanzan altas temperaturas.
Algunas madres ponen crema solar a sus hijos antes de entrar al cole. Otras han optado por cortarles el pelo a tenor de lo acalorados que salen a mediodía y tratan de poner ropas más frescas y cortar las mangas del babi para mejorar el bienestar de los niños.
Los padres están alarmados ante el anuncio de una ola de calor para las próximas jornadas. Y se echan las manos a la cabeza, ya que estos días atrás los más pequeños del cole ya salían acalorados. Temen que los escolares puedan incluso sufrir un golpe de calor.
Este viernes algunos de los padres llamaron a la Conselleria de Educación para ponerse en contacto con la inspectora del centro. Y muchos otros también han enviado correos electrónicos a la directora del colegio, poniendo en su conocimiento el malestar por la situación en la que se encuentran los niños. Y ayer mismo también se ponían en contacto con la Concejalía de Educación.
Ya en octubre los padres enviaron un escrito a la conselleria pidiendo la instalación «urgente» de los toldos. Y ponían énfasis en que se trata de implementar las medidas de prevención, ventilación, higiene y promoción de la salud frente al covid-19.
Desde el colegio reconocen la situación y explican que no es nueva y que están tratando de solucionarla. De hecho, advierten de que hace tres años que está solicitado el techado para los patios de las dos aulas. Señalan a su vez que el malestar de los padres se debe a que las clases anexas de niños de 4 y 5 años sí tienen colocados toldos que instaló el Ayuntamiento, y únicamente estas dos clases no los tienen. Los padres además, saben que los pequeños van a estar tres años en la misma clase y exigen soluciones.
El centro les avisó ayer de que, para evitar la exposición al sol, trasladarán el recreo de los pequeños a otro patio entre los pabellones de infantil y primaria. Una solución provisional que no es la que quieren los padres, que advierten de que el problema de calor en el aula sigue estando presente y que solo se mitigará colocando el sombraje.
Desde el centro admiten que son un colegio «sin sombra». Y que viene de lejos. «Los niños que hoy están en primaria han pasado toda la etapa de infantil sin techo», indican. A la vez que reconocen que el colegio no pueden tomar la iniciativa y colocar ninguna lona sin que Educación lo autorice. «El Ayuntamiento puso las actuales. Y esa instalación requiere una estructura y hacerlo bien», añaden.
La concejalía apunta al Edificant como solución
La edil de Educación tuvo conocimiento ayer del problema que denuncian los padres. Isabel Candela explica que la concejalía tiene competencia de mantenimiento en los colegio «y poco más». Y recuerda que el centro no tiene ninguna petición para el Edificant y que ésta podría ser una solución para la instalación de los toldos. Explica que otros centros sí han hecho peticiones similares en el plan de infraestructuras educativas de la Conselleria.
