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Dos rotondas en la carretera entre Agost y San Vicente para acabar con los accidentes

Las obras de la Generalitat ya están terminadas y operativas, a falta de acondicionar el interior de las glorietas - El proyecto ha supuesto una inversión de 900.000 euros para mejorar la seguridad eliminando los giros peligrosos

Las obras ya han terminado a falta de acondicionar el interior de las rotondas y algún remate más. | J.A.RICO

La Generalitat ha construido dos rotondas en la carretera CV-820 que une San Vicente con Agost con el objetivo de reducir los accidentes de tráfico. Los trabajos en este tramo están ya prácticamente acabados, a falta de algunos flecos, y la infraestructura se encuentra plenamente operativa, tras una inversión de 900.000 euros y un año después del inicio de las obras.

Este proyecto busca mejorar la seguridad en la carretera de Agost y evitar giros peligrosos. Las obras arrancaron en mayo de 2020, pero a las pocas semanas se detuvieron debido a la necesidad de que la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio se coordinara con el Ayuntamiento de Alicante para la reposición de las tuberías de la red de agua potable que se iban a ver afectadas por las obras, ya que los trabajos se han realizado en el término municipal de Alicante.

Los trabajos arrancaron hace un año pero se paralizaron durante cinco meses por un problema con la red de agua

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Tras solucionar este problema, se reanudaron las labores el pasado noviembre y en un par de semanas se espera que hayan finalizado completamente. Falta por ajardinar las glorietas, pintarlas e instalar su alumbrado, así como otros detalles menores.

El proyecto de «Mejora de la seguridad vial en la carretera CV-820» ha afectado al tramo entre los puntos kilométricos 1,810 y 2,950, de El Moralet, en el término municipal de Alicante, y tiene por objeto la mejora de la seguridad vial en toda esta zona mediante la ralentización del tráfico (que se ve limitad a 60 km/h) y la ordenación de los accesos, eliminando por completo los giros a izquierdas, y evitando de ese modo los accidentes frontales y frontolaterales, según explicaron desde la Generalitat.

Este vial es de gran importancia para Agost, ya que es su conexión con el área metropolitana de Alicante, y también es muy transitado, tanto por turismos como por vehículos pesados y, sobre todo los fines de semana, por ciclistas y motoristas.

La obra ha contado con un presupuesto de 873.637,02 euros, y ha consistido en la construcción de dos glorietas a modo de puerta de entrada en cada extremo de la travesía que, además de reordenar los accesos a las urbanizaciones próximas (Camí de l’Ermita por el este y Moralet por el Oeste), moderan la velocidad de circulación de los vehículos.

Ciclistas

La actuación ha mantenido el ancho de la plataforma actual, pero se ha insertado una mediana central de 60 cm de ancho, en el tramo que une las dos glorietas, a costa de la reducción del ancho de los arcenes. Y esto está provocando ya las quejas de usuarios, ya que no se puede invadir el carril contrario por culpa de esta mediana para adelantar por ejemplo a ciclistas, lo que ralentiza la circulación y puede incluso generar problemas de seguridad con las bicicletas. Del mismo modo se han introducido a lo largo del tramo, como elementos de control de la velocidad, ligeras ampliaciones de la mediana a modo de chicanes, con reducción de los arcenes. Estas chicanes se han dispuesto a distancias regulares de modo que se mantenga una velocidad uniforme en todo el tramo objeto de la actuación.

Del mismo modo el proyecto incluye la ejecución de dos paradas de autobús con marquesina, y se ha renovado la capa superficial de firme para mejorar la rugosidad y textura, así como para aumentar la seguridad de la circulación.

Esta es la segunda intervención de envergadura de la Generalitat en esta carretera desde 2017. Entonces se eliminó una peligrosa cuneta entre Novelda, Agost y San Vicente del Raspeig, mediante la sustitución de 20 kilómetros de cunetas en «V» excavadas en tierra o roca por otras de seguridad revestidas de hormigón, con una suave pendiente, una actuación que fue muy celebrada sobre todo por ciclistas y motoristas.

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