Casal de Asociaciones Justo Rabasco López. Desde ayer, el que fuera presidente de comisión de Fiestas de Sant Joan y trabajador municipal, desaparecido hace poco más de un año, tiene a su nombre un espacio que le recordará para siempre. Un lugar donde se dan cita los movimientos sociales de Sant Joan de los que él fue parte importante.
En Sant Joan le definen de forma unánime como «un home bó». En el emotivo acto para dar nombre al Casal de Asociaciones estuvo presente su mujer, Reme, y sus hijos, pero también buena parte de los compañeros municipales y de la Comisión de Fiestas del Santísimo Cristo de la Paz con los que Justo repartió su vida.
Fue un hombre volcado en Sant Joan, tanto en su condición de festero como de empleado municipal. Fue el presidente de la Comisión de Fiestas entre 2008 y 2011, aunque llevaba vinculado desde 1997. Y a ella dedicó sus esfuerzos. «Siempre hacía más de lo que se le pedía», cuentan sus compañeras de Servicios Sociales. Nunca ocupó ningún puesto de responsabilidad política, pero era bien conocido en Sant Joan porque fue, durante más de diez años, el conductor del vehículo adaptado del municipio, hasta marzo del año pasado. «Conocía a todos los mayores del pueblo y a todos les hacía un favor», cuenta quien ahora realiza esta tarea. De este departamento surgió la iniciativa, tramitada por la Concejalía de Obras y Mantenimiento y que cristalizó en un apoyo total del Pleno municipal. Sus propios compañeros han sido los encargados materiales de ponerle la placa en el Casal de Asociaciones con su nueva denominación. «Es uno de los trabajos más gratos que hemos hecho jamás», asegura un brigada.