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La ejecutiva comarcal del PSOE da un toque de atención a su portavoz en El Campello por la moción de censura

La dirección en l’Alacantí, controlada por Ángel Franco, le reprocha a Vaello que actúe sin autorización del partido - Compromís se mantiene en su rechazo tras la reunión con el resto de fuerzas de la oposición

Julio Oca, en el centro; con el alcalde, Juanjo Berenguer, a la derecha; y Mercé Pairó en la segunda fila, a la izquierda, ayer. INFORMACIÓN

No parece que soplen vientos a favor de la moción de censura en El Campello. Al menos, por el momento. Uno de los socios necesarios en la operación -Compromís- sigue desmarcándose de esta maniobra, y las cúpulas de los dos principales partidos que promueven la operación -PSOE y Cs- se oponen. Hasta el punto de que la ejecutiva comarcal del PSPV en l’Alacantí -controlada por el exsenador Ángel Franco- incluso ha llamado al orden al portavoz municipal socialista, Vicent Vaello, más próximo a los círculos del diputado Alejandro Soler. Un toque de atención con el que han querido dejarle claro que una moción de censura trasciende los límites de cualquier municipio y que, por tanto, no toca que actúe por su cuenta y riesgo. Todo en un contexto, además, en el que nadie de la agrupación local ha comunicado formalmente su intención de registrar una moción de censura al PSPV.

Eso, sin embargo, no ha sido un freno para que las negociaciones continúen. Hasta el punto de que este mismo viernes por la mañana se celebró la reunión que se había convocado con los posibles socios de la operación. Un encuentro en el que el objetivo principal era tratar de convencer a Compromís para que se sume a la jugada, y que se celebró mientras los dos regidores naranja que aún siguen en el Ejecutivo local -Julio Oca y Mercé Pairó- continuaron con su agenda, marcada por la festividad de la Virgen del Carmen que conmemoraba ayer El Campello. Ahora bien, según admitían algunas de las personas presentes en los actos oficiales que se desarrollaron a lo largo de la mañana, la tensión se podía cortar con un cuchillo, después de que en los últimos días haya salido a la luz que los dos ediles apoyarían la moción de censura.

Los dos ediles naranja, que aún están en el Gobierno, siguieron con su agenda, pese al encuentro convocado

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En cualquier caso, y por lo que respecta al encuentro, la idea de los grupos era presentar a la formación valencianista algunos de los puntos en los que se podría asentar el posible pacto de gobierno en caso de que cuajaran las maniobras para desbancar al PP y a su alcalde, Juanjo Berenguer, del Ejecutivo local. Incluso se pretendía hablar de quién podría tener determinadas competencias si los grupos políticos que ahora están en la oposición y los regidores de Cs logran sus aspiraciones. 

Sin embargo, la posición de Compromís no tiene visos de que se haya movido respecto a lo que ha mantenido en los últimos días. Y menos después de que el jueves la ejecutiva nacional del partido respaldara los argumentos que han venido dando sus ediles para oponerse a la moción de censura. En este sentido, lo que han alegado desde el principio es que su formación no se va a sentar a negociar -a lo más que llegará es a escuchar las propuestas sin más- si Ciudadanos no sale del tripartito. Entienden que, si no se rompe la mayoría actual, no estaría justificada la moción de censura, algo que en estos momentos todavía no se ha producido.

A eso se suma la postura que defienden desde el principio en la dirección de los de Inés Arrimadas. Ya han dejado claro que actuarán igual que lo hicieron recientemente en el municipio valenciano de Godelleta, donde el PP gobernaba con Cs y un partido local, y el regidor naranja decidió apoyar una moción impulsada por el PSPV y Compromís-EU, lo que supuso su expulsión. A efectos prácticos, eso supondría que los ediles de Ciudadanos que se sumen a la moción pasarían al grupo de no adscritos desde el momento en el que firmen el documento con el que se activa el proceso, lo que complica la adhesión del PSPV y de Compromís, en caso de que se cumpla la condición impuesta por los valencianistas y los concejales naranja abandonen el Gobierno. 

No en vano, desde el PSPV se ratifican en que nunca se han cerrado a recuperar ninguna alcaldía y que, salvo con Vox o con el PP, siempre están abiertos a negociar con cualquier partido. Otra cosa es el aprieto que supondría tener que entrar en un gobierno con regidores tránsfugas. Ya no sólo porque implicaría saltarse el pacto antitransfuguismo, sino también porque precisamente eso es lo que siempre le han reprochado al presidente de la Diputación y presidente del PPCV, Carlos Mazón, que en siete meses avaló tres mociones de censura en la provincia, la última en Teulada. Y en una situación similar, de salir adelante la operación, quedaría Compromís, que también ha hecho bandera del pacto antitransfuguista en sus ataques contra Mazón.

Sea como fuere, lo cierto es que el hecho de que la formación nacionalista no se haya movido de su postura, según trascendió tras la reunión del viernes por la mañana, deja la situación como estaba, al menos hoy por hoy. PP, Vox y Cs suman en estos momentos once ediles, mientras que PSOE tiene cuatro; y EU, Podemos y Red un regidor cada uno. Sin los tres votos de Compromís, poco se puede hacer de momento.

Unas relaciones muy complicadas desde el inicio del mandato

Las relaciones entre los dos principales socios de gobierno, PP y Cs, son complicadas prácticamente desde el inicio del mandato. Sin embargo, la cosa se torció más si cabe en marzo de este año. Ciudadanos se alió con una parte de la oposición para tumbar la modificación del convenio con Acuamed para el suministro de agua de la desalinizadora de Mutxamel, una medida que supone un incremento del recibo, al tener que pagar en 40 años 14 millones de euros para asumir una parte de los costes de construcción de esta infraestructura. Ya entonces se empezó a especular con una posible moción de censura.

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