Cuando ya hemos superado el ecuador del mandato, ¿qué balance hace?

Pues un balance con claroscuros. Evidentemente uno empieza un mandato con ciertas ideas y después, sobre la marcha, es posible que tenga que ir cambiándolas. En ese sentido, una de las razones por las cuales hemos tenido que modificar absolutamente todo lo que podíamos pensar en junio de 2019 ha sido la pandemia. Salvo los seis o siete primeros meses el resto ha estado influenciado por ese cambio de mentalidad, de formas de hacer, de cosas que deberíamos haber hecho y no se han podido hacer, y eso ha influido muchísimo.

El Ayuntamiento no ha parado, pero si que es verdad que nosotros estamos muy acostumbrados al contacto humano, y se ha limitado muchísimo.

La pandemia ha condicionado mucho el trabajo en el Ayuntamiento y ha lastrado nuestros objetivos. El teletrabajo está muy bien, y se ha seguido trabajando, pero esas reuniones, ese contacto, ese día a día, yo creo que nos ha lastrado bastante, sobre todo a nivel de esas inversiones que a principio de mandato uno quiere hacer y que si no hubiese sido por esto seguramente habrían estado más adelantadas. Vamos a ver si ahora somos capaces de sacarlas adelante.

¿De qué manera ha influido?

La gestión de esta pandemia ha merecido muchísima atención. En la primera fase que es verano 2020, hay una preocupación evidente sobre dramas sociales. No solo ha sido una pandemia sanitaria, ha sido una pandemia social, una pandemia económica. El verano de 2020 fue traumático, los servicios sociales hicieron un esfuerzo enorme, el Ayuntamiento de El Campello y todos los ayuntamientos, porque en esa primera fase estuvimos los ayuntamientos, poca gente más estuvo. Las ayudas que teníamos que destinar tanto a los particulares como a las empresas fueron muy importantes. Después ha habido una segunda fase en la cual ya se apuntaron tanto la Generalitat como la Diputación, donde ya teníamos esa experiencia y la hemos podido gestionar un poco mejor, pero en aquel momento hicimos lo que pudimos.

¿Y qué balance hace del funcionamiento interno del equipo de gobierno, con todos los problemas que está habiendo?

Pues también con muchos claroscuros. Por mi parte puedo decir que es muy difícil gestionar un equipo en el cual hay veces que una parte no entiende a la otra y en el que a veces se hacen injerencias importantes en áreas que el otro gestiona. Nosotros siempre hemos intentado mantener nuestras propuestas un tanto asépticas. Es verdad que los partidos siempre tenemos propuestas políticas, es evidente, y en esos grandes conceptos siempre nos encontraremos. Es muy difícil que el Partido Popular pueda llegar a ese gran acuerdo con Podemos, prácticamente imposible. Pero con Ciudadanos parecía bastante más fácil, igual que con Vox, por un tema de mentalidad y de formas de ver las cosas. Lo que pasa es que cuando uno baja un poco más a la arena de la gestión, ahí es bastante más complicado, porque entran en juego otros intereses que no son los estrictamente de gestión. Porque en los encontronazos que hayamos podido tener nuestros argumentos han sido bastante sencillos, es decir, nosotros proponemos lo que de alguna forma está totalmente refrendado por la parte técnica del Ayuntamiento y de sus gestores, con lo cual se me hace un poco difícil entender que no se apoyen esas propuestas que tal vez tienen poco que ver con la política y sí mucho con la gestión.

¿Qué es lo he ha pasado? ¿Cuál es la explicación que le da el alcalde?

Pues mi explicación es que a veces no se ha sido completamente leal, o se ha estado pensando en otros temas, evidentemente más de interés personal, de interés político, y menos de gestión. El primero que salta a la vista es el tema del agua, que lo tenemos ahí enganchado. Si los propios técnicos del Ayuntamiento dicen que es la mejor oferta, que toda la documentación está en orden, que es la mejor opción que podemos tener, si los técnicos de nuestro gestor de aguas, que es Agua Municipalizadas, dicen que es la mejor solución, y hay partidos que no lo piensan así... dices, tiene que haber algo más. Cuando además esa misma solución se ha llevado, por ejemplo, al Ayuntamiento de Sant Joan, y allí, esa misma opción, presentada por los partidos que gobiernan en Sant Joan, que son Partido Socialista y Ciudadanos, han votado que sí, y aquí votan que no, pues es que hay otra cosa, hay algo más. Yo pienso que tiene que haber algo más, algo personal, algo político, algo que excede ese concepto de gestión.

De alguna manera, ¿se ha dejado de lado el interés público?

Yo así lo entiendo. Pongo como referencia Sant Joan porque es un ejemplo típico, en ese Ayuntamiento gobernando Partido Socialista y Ciudadanos, la misma propuesta se plantea y los que gobiernan votan que sí para sacar el punto y los que no gobiernan se abstienen para favorecer que se saque el punto, y digo los que gobiernan y los que no gobiernan. Si visualizamos los partidos que hay, entonces es mucho más llamativo lo que está pasando aquí.

Y esta relación con Ciudadanos, hoy por hoy prácticamente inexistente, ¿es reconducible?

Pues no lo sé. Me gusta siempre ser optimista y pensar que en algún momento tal vez esto se pudiera reconducir, pero hay ciertos temas que se han enquistado tanto y con tanta vehemencia que parece difícil, al menos en esos temas concretos.

¿Cree que al final darán el paso de presentarle una moción de censura de la mano de los socialistas o quedará todo en papel mojado?

Si va a quedar en papel mojado, ha sido una pérdida de tiempo espectacular. Creo que la gente, y sobre todo en estos momentos tan complicados, no entiende que uno no se dedique a lo que realmente importa. Hay cosas que son fundamentales, imprescindibles y las otras, pues bueno, las puedes hacer. En este caso con una pandemia, con un Ayuntamiento con un potencial importante, con toda la problemática que puede haber en un Ayuntamiento como el de El Campello, el dedicarse a ver si cambiamos o no cambiamos... Me parece una pérdida de tiempo. Es completamente lícito que uno quiera ser alcalde, es evidente, yo quiero ser alcalde, pero para mí un alcalde, parafraseando a un político, es el que eligen los vecinos. Yo creo que los partidos deberían recapacitar y pensar en lo que es lo importante, y lo importante es gobernar, y de alguna forma aparcar esos problemas, aspiraciones o lo que sea, no lo sé, personales, de partidos, lo que sea, por ese bien público, por ese poder hacer cosas, que eso te lo dan las mayorías, los consensos.

Un asunto importante pendiente de resolver, que ya ha mencionado antes, y que precisamente está bloqueado por la negativa de sus socios de Ciudadanos, que votaron con la oposición, sobre recibir el agua de la desaladora y así poder repercutir en el recibo los costes de su construcción que les reclama Acuamed, ¿cómo va a acabar?

Yo, sinceramente, espero que en algún momento algún partido reconduzca su voto. El tema fundamental es que hay implícito una cosa que el Ayuntamiento de El Campello no tiene, y es el derecho a tener agua. Cuando antes lo llevaba Aguas de Muchavista, era de unos pozos suyos,, cuando entró Aguas Municipalizadas nos servimos de sus pozos, pero El Campello no tiene agua, y esta es una oportunidad ineludible, inaplazable para que El Campello tenga derecho a tener agua. Con esta adenda y con la desaladora nosotros podríamos tener derecho a agua. Cuando se quiera pensar en meternos en un nuevo Plan General o bien en un desarrollo urbanístico de cualquier tipo, el primer papel que te piden es si usted tiene el agua suficiente como para desarrollar este proyecto, y hoy la contestación es no. Después, si esto es caro o barato... Hace mucho tiempo que alguien dijo: no hay agua más cara que la que no se tiene. Y este es el problema fundamental, que no tenemos.

Y la Confederación también se ha pronunciado...

Hay una notificación de la Confederación diciendo que tenemos que dejar de usar los pozos sobreexplotados del Vinalopó para servirnos de la desaladora. Y uno al final reflexiona y dice, vamos a ver, yo soy del Partido Popular, yo estoy convencido de que la mejor solución sería un trasvase, hay otros partidos que piensan diferente, y porque ahora le toca al Partido Popular y me toca a mí estar aquí... Cuando este convenio se firmó en 2006 fue el partido PP y el PSOE los que votamos que sí y salió adelante el convenio. No entiendo como puede ser que ahora no salga de la misma forma, es lo que debería pensar alguien que tiene un cierto interés en poder gobernar este municipio en algún momento, en pensar en ese bien público del que siempre estamos hablando todos.

Y hablando de agua, ¿para cuándo la piscina cubierta?

Aunque parezca un tema recurrente, también nos ha incidido muchísimo la pandemia. El estudio de viabilidad que se hizo no incluía esta pandemia, con lo cual por recomendaciones técnicas hemos tenido que hacer una parada en el proceso de licitación para retomarlo ahora. Lo último que me dicen es que dentro de una semana tendremos el borrador de la licitación. Es un proyecto que yo espero que salga favorablemente y prevalezca el interés público.

Es un tema muy viejo. Yo recuerdo que cuando empece en esto en el año 2003 ya coleaba. Y ahora, después de un sinfín de cosas, tenemos la piscina, las inversiones están hechas, y ahora de lo que se trata es de buscar el mejor gestor, nada más. Pero ya no me atrevo a poner fechas, hemos puesto demasiadas. Pero espero que salga cuanto antes porque es una infraestructura que El Campello necesita.

¿Cómo van los presupuestos? ¿Confía en sacarlos adelante este año?

Hemos tenido una primera reunión, tanto con Ciudadanos como con Vox, hemos planteado un presupuesto, que ya tiene elaborado la concejala de Hacienda, y además les planteamos también una serie de inversiones para trabajar, un listado, en el cual veíamos esas grandes inversiones que El Campello necesita, sobre todo a futuro. Y cuando hablo de grandes inversiones hablo de las que exceden, casi con seguridad, de un mandato. Y por eso proponemos esa serie de inversiones que ahora desgraciadamente no se pueden hacer porque en seis o siete meses que es lo que dura el remanente de Tesorería no se pueden llevar a cabo. Y son esas grandes obras las que de alguna forma pueden salir adelante en dos, tres o cuatro años, y para eso pediremos, una vez lo tengamos todo perfilado, ese gran consenso que, aunque en este momento estamos gestionando nosotros -y queremos seguir gestionándolo- los mandatos y las elecciones están para eso, y no por eso tenemos que olvidar que son infraestructuras grandes que creo que El Campello necesita.

Estarían incluidas inversiones anunciadas como el nuevo centro de salud de Muchavista, la reforma del centro de salud del casco urbano, el cuartel de la Guardia Civil...?

Estarían incluidas. Además hay conexiones que como mínimo hay que empezar a tratar, la calle San Ramón, el paseo de la calle del Mar, la conexión de Muchavista con la zona centro, el puente, la conexión con el río Seco... una serie de grandes actuaciones que yo creo que estratégicamente serían necesarias.

También esta pendiente la remodelación de los polideportivos y del propio edificio consistorial. ¿Empezarían a entrar también ya en los próximos presupuestos?

Esa es la propuesta que hemos hecho. Falta alguna reunión más porque esto tiene que provenir de un gran consenso. No tendría mucho sentido meterse en una relación de inversiones estratégicas que al final se quedaran cortadas en un mandato. Hay obras que está claro que en dos años no se van a poder hacer.

¿Y el dinero para estas obras?

La propuesta que haríamos seria, tal y como esta la ley en estos momentos, acudir a un préstamo que salvaría esos plazos y la amortización sería muy fácil, con nuestra propia Tesorería.

¿Cuál es la situación de la Tesorería de El Campello?

La Tesotería de El Campello ronda los 35 millones de euros. No está nada mal, pero no podemos gastarla, y lo único que podemos hacer es modificaciones de crédito con remanentes de Tesorería que cuando llega el 31 de diciembre se acaban. También es verdad que yo tengo ese concepto muy claro, en lo que uno puede invertir es en inversiones, no en gasto corriente. No tiene sentido, por ejemplo, decir vamos a gastar ese dinero en crear siete plazas más de Policía, porque eso es un gasto estructural, es un gasto corriente y ese dinero no es para esto. Ahora bien, en invertir no debería haber ningún problema. Porque eso, evidentemente, como se ha demostrado ahora, lo que hace es insuflar directamente dinero en la parte social y en la economía de cualquier municipio.