Más de 200 familiares, amigos y compañeros de la Benemérita han acudido al funeral celebrado esta tarde en el tanatorio de San Vicente por la muerte del guardia civil Domingo Rodríguez Parra a los 64 años. Parra, como le conocían en el Instituto Armado, era muy apreciado por sus compañeros, especialmente en el cuartel de Sant Joan d'Alacant, donde estuvo destinado desde 1998 hasta 2013, cuando pasó a la situación de reserva.

Hijo y padre de guardias civiles, Domingo Rodríguez Parra prestó servicio durante 37 años en el Instituto Armado. Ingresó en septiembre de 1974, con 17 años, en el Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada en Valdemoro y en junio de 1976 salió ya como guardia civil. Antes de Sant Joan estuvo destinado también en la Comandancia de Alicante y en su paso por el municipio sant joanero dejó un grato recuerdo entre sus compañeros, los cuales recordaban ayer graciosas anécdotas vividas con Parra.

Le tocó batallar con la problemática del extinto barrio Parque Ansaldo, donde le llamaban "don Cobra", ya que llevaba unas gafas de espejo similares a las de Sylvester Stallone en la película "Cobra, el brazo fuerte de la ley".

Domingo Rodríguez Parra. INFORMACIÓN

Su compañero de la LVIII promoción del Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro, Ángel Morata, le ha dedicado estas palabras en su recuerdo: "Parra era la mezcla de un quinto y un galonista, un ateo devoto de la Pilarica, mitad payo y mitad gitano, bellotero de la Casa de Andalucía, alicantino y valenciano, ESPAÑOL, facha y comunista, un gamberro de orden y ley, furtivo de la vida, cazador que amaba a sus víctimas; pescador de corazones, en atardeceres de campo y amanecer de playa.

Amigo de sus enemigos.

Siempre dispuesto a cumplir a su manera.

Un juez de causas sin pleitos en la calle donde ni los mejores abogados tendrían cabida.

Rebelde sin causa y tierno sin pausa.

Un vividor de su propia vida y compañero hasta la muerte.

Siempre aparecía y hasta en su propia muerte está presente.

Parra era un POLILLA".