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Los ángeles de la guarda de Nico

El niño al que dos policías locales y una enfermera salvaron la vida en la Ciudad Deportiva se encuentra con ellos en el homenaje del Ayuntamiento

Nico abraza y es abrazado por los agentes y la enfermera, a los que considera sus héroes. | PILAR CORTÉS

Ocho minutos sin vida. Nico pasó ocho minutos desplomado. La intervención de una enfermera, dos policías y el uso del desfibrilador fue vital para devolverle la vida. El Ayuntamiento ha rendido homenaje a los héroes de aquella acción

Nicolás de Lucena Rizzo volvió a nacer, con diez años, un 2 de diciembre. Este viernes ha podido dar las gracias a sus salvadores: Olga Rodríguez Lozano, la enfermera que estaba allí cuando él se desplomó en el campo de fútbol de la Ciudad Deportiva; Ángel Molina (no podía tener mejor nombre) y Carlos Molines, los dos agentes de la Policía Local que le practicaron un masaje cardiaco y le aplicaron el desfibrilador con el que volvió a respirar. La Corporación municipal en pleno celebró un reconocimiento a quienes con su intervención le salvaron la vida.

Parte de la Corporación municipal junto a Nico, los agentes Carlos y Ángel y la enfermera Olga durante el acto de reconocimiento por el salvamento del niño. | PILAR CORTÉS

Sus padres todavía están recuperándose del terrible susto. Ulisses Rizzo, el papá de Nico, confiesa que sufre todavía crisis de ansiedad. Allí estaba él junto a su pequeño desplomado en el suelo, rezando mientras las descargas del desfibrilador trataban de devolver el latido al corazón de su hijo. Y aquel día y junto a él estaban también sus otros dos hijos más pequeños, Sofía, de 6 años, muy preocupada por lo que estaba pasando; y el pequeño Samuel, de 2 años, el único de la familia ajeno a la tragedia que se vivía en el momento. «Estamos agradecidos por todo lo que hicieron», cuenta Priscila de Lucena, la madre del niño. «Estuvo ocho minutos sin vida. Fue a la segunda descarga cuando volvió a la vida. Poco a poco vamos superándolo». «Pasamos momentos difíciles, había ángeles allí que pudieron salvar a mi chiquillo», agradece Ulises.

Los ángeles de la guarda de Nico | PILAR CORTÉS

Para el alcalde, Jesús Villar, la apuesta de San Vicente por contar con desfibriladores en los coches de policía y edificios municipales cobra todo el sentido. Y el propio Nico reconoce que debería haber en todas partes, incluyendo una cadena de supermercados donde cree que, «como hay mucha gente, deberían tenerlos».

Ángel, Carlos y Olga volvían a ver la cara de Nico durante el emocionante homenaje. Y era muy distinta a la que recordaban. También ellos tuvieron tiempo de mirarse y recordar aquellos minutos en los que en el campo de fútbol de la Ciudad Deportiva fueron un equipo en el que no veían nada más que al niño al que tenía que devolver a la vida. La emoción a flor de piel hizo que saltaran las lágrimas en algunos momentos de acto de reconocimiento. En el salón de pleno, los representantes de PSOE, EU, Ciudadanos, PP, Vox y Podemos dieron voz al orgullo de los sanvicenteros por sus agentes y resaltaron el agradecimiento a los policías y a la enfermera por su hazaña y el reconocimiento al cuerpo policial en general. Para el jefe de la Policía, José Emilio Fernández, «estos son los días por los que merece la pena ser policía. Estamos para ayudar y proteger». Y Olga reivindica el papel de la enfermería, su profesión. El Ayuntamiento obsequió a los héroes de Nico con una litografía de San Vicente. Y al pequeño con unos playmobil que representan a sus salvadores. A los que llevará toda su vida en el corazón.

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