La Guardia Civil de El Campello investiga a un grupo empresarial del sector inmobiliario por una presunta estafa a compradores franceses y belgas de viviendas que pagaron importantes sumas importantes de dinero por unas casas en Busot y Mutxamel y nunca llegaron a ser entregadas en los plazos acordados. Por el momento son tres los compradores que han denunciado a la inmobiliaria, situada en la playa de Muchavista. Tras estar durante meses intentando recuperar su inversión -más de 500.000 euros entre los tres- solo han podido recuperar todo el dinero una vez fue denunciada la agencia ante la Guardia Civil, según han confirmado a este diario fuentes cercanas al caso.

Pese a recuperar "in extremis" el dinero invertido, la Guardia Civil de El Campello continúa con sus pesquisas para esclarecer la presunta estafa y no descarta que haya más compradores afectados. Esta misma semana, la Benemérita procedió a la detención de un matrimonio francés en la agencia y realizó un registro autorizado por un juzgado de Alicante. Los agentes inspeccionaron las oficinas del grupo en la carretera de Benimagrell y un domicilio. Los agentes intervinieron abundante documentación que ahora será analizada para esclarecer los hechos denunciados.

Las dos personas detenidas quedaron en libertad con cargos tras prestar declaración ante los investigadores en dependencias de la Guardia Civil. Han sido acusados de delitos de estafa, grupo criminal, blanqueo de capitales y falsedad en documento público. Otros dos empleados de la agencia han sido investigados también por estos hechos.

La falsedad investigada está relacionada con unas notas registrales presuntamente falsificadas que se entregaron a compradores de las viviendas. La operación sigue abierta y no ha trascendido si se han practicado más detenciones relacionadas con la estafa denunciada. Desde la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante han declinado ofrecer información alguna sobre esta actuación.

Uno de los compradores que presentó denuncia ante la Guardia Civil llegó a realizar transferencias por un total de 269.000 euros. Este comprador formalizó en octubre de 2020 la compra de una vivienda unifamiliar en una parcela de Busot de casi mil metros cuadrados y con piscina privada. Los vendedores le entregaron una nota simple de registro de la propiedad que resultó ser presuntamente falsa y el plazo de entrega vencía en junio de 2021.

Unos días antes del vencimiento, según el denunciante, recibió un correo electrónico donde la inmobiliaria le advertía de que la obra se alargaría seis semanas por culpa del covid pero que debía pagar cerca de 200.000 euros que estaban pendientes de la compra de casa si no quería que el retraso fuese de cuatro o cinco meses por la normativa de blanqueo de capitales. Entre julio y agosto pagó 185.000 euros y cuando el comprador fue en septiembre al lugar donde estaban construyendo la vivienda comprobó que solo estaban los cimientos.

El afectado acudió a la empresa inmobiliaria en Muchavista y por el incumplimiento de contrato solicitó la devolución de sus 269.000 euros. El administrador se comprometió a devolverle el dinero más intereses, pero dos meses después presentó la denuncia al ver que no lo hacía y recibió el dinero en marzo, cuatro meses después de ir a la Guardia Civil.

Otro de los denunciantes, que pidió una hipoteca de 150.000 euros, firmó el contrato de compraventa en 2019 y tras haber pagado 192.000 euros la empresa le dijo en diciembre de 2020 que no iba a estar terminada la casa en la fecha prevista, por lo que pidió anular el contrato y la devolución del dinero. En enero de 2021 recibió la mitad y tras recibir excusas durante meses también les denunció en noviembre y desde enero ha ido recibiendo el importe adeudado.

El tercer denunciante explicó que en enero de 2021 contactó con este grupo para comprar una casa por 258.000 euros en Mutxamel y realizó un primer pago de 77.400 euros. A finales de abril, vendió su domicilio en Francia para poder pagar el resto y vivir en la casa que debían entregarle en octubre de 2021. El disgusto se lo llevó cuando acudió con su esposa en mayo a la calle de Mutxamel donde supuestamente estaban construyendo la casa. El terreno estaba vacío y la empresa alegó que no se iba a construir su casa ni la de otros seis clientes. Le ofertaron una vivienda de otra promoción, pero al ver que en septiembre no había construcción alguna pidió la devolución del dinero. Tras comunicar en enero que iba a contratar a un abogado le dieron 27.400 euros, pero no recuperó el resto hasta el mismo día en que presentó la denuncia el pasado 4 de febrero.