Seis meses lleva fuera de servicio el mamógrafo del Hospital de San Vicente, que se emplea para el cribado de cáncer de mama. Este aparato, que permaneció sin uso durante un año, hasta que en diciembre de 2019 entró por fin en funcionamiento, se averió a finales de 2021, lo que ha obligado a desviar a las pacientes a Alicante, según ha denunciado el grupo municipal de Cs. De cualquier forma, esta circunstancia no ha provocado retrasos en las pruebas, según han aclarado desde la Conselleria de Sanidad este lunes, aunque sí ha obligado a las mujeres a desplazarse a la capital para ello.

La Generalitat va a proceder a la sustitución de este equipo este mismo mes, aunque se desconoce la fecha exacta en la que entrará en funcionamiento, ya que depende de su puesta a punto. La avería que sufre el mamógrafo no tiene reparación, por lo que Sanidad va a instalar en los próximos días otro aparato para reanudar en San Vicente este cribado, que da servicio a unas 8.500 mujeres.

Así, este aparato solo ha durado un par de años. Este servicio venía siendo reclamado desde 2016 y llegó en diciembre de 2018. Pero la falta de una sala acondicionada para su uso, así como la ausencia de personal cualificado su manejo, hizo que su puesta en marcha se demorara un año. Así, en diciembre de 2019 se puso por fin en marcha el servicio de mamografías, tras adecuar y acondicionar la sala, plomando la estancia, para evitar que las radiaciones afecten al resto de consultas y dependencias hospitalarias. Así, las usuarias ya no tenían que desplazarse para el cribado hasta Alicante.

El Hospital de San Vicente del Raspeig ISABEL RAMON

La edil de Cs Mariela Torregrosa ha sido la que este lunes ha denunciado esta situación, que han confirmado fuentes de Sanidad. La concejal liberal ha explicado que “según nos han asegurado varias pacientes, las mamografías se están volviendo a realizar en Alicante porque, al parecer, el aparato está averiado desde hace cerca de un año, por lo que no se pueden realizar las pruebas en nuestro municipio”. De cualquier forma, la Conselleria ha aclarado que la avería no se registró hace un año, sino a finales de 2021 o principios de 2022.

Torregrosa ha exigido que se vuelva a poner en marcha este servicio porque “no es admisible que las mujeres tengan que volver a desplazarse hasta Alicante para hacerse las pruebas para la prevención del cáncer de mama, cuando en San Vicente tenemos un aparato para realizarlas, que además costó mucho tiempo en conseguir que se instalara”.

 En este sentido, Ciudadanos ha recordado que "el mamógrafo del Hospital de San Vicente empezó a funcionar en diciembre de 2019, hace apenas dos años y medio, después de muchas promesas de la Conselleria de Sanidad y de que el aparato, una vez adquirido, estuviera sin uso en el centro hospitalario durante un año porque no se realizaron a tiempo las obras que eran necesarias en la sala donde se debían practicar las mamografías".

La concejal liberal ha explicado que “es muy grave que el mamógrafo lleve tantos meses fuera de servicio sin que la Conselleria de Sanidad lo haya reparado, lo que supone que las sanvicenteras tengamos que ir a Alicante a hacernos las pruebas y que además no se haya informado de ello, lo que genera confusión entre muchas mujeres que han ido por error al Hospital de San Vicente a hacerse la prueba o a pedir cita”.

Torregrosa ha añadido que “la instalación del mamógrafo en el Hospital de San Vicente supuso un avance importante en la prevención y tratamiento del cáncer de mama, por lo que reclamamos una explicación tanto a la Conselleria de Sanidad como al alcalde, Jesús Villar (PSOE), de por qué el aparato lleva meses sin funcionar y cuándo está previsto que se ponga de nuevo en funcionamiento”, que según la Generalitat será en breve.

 Ciudadanos ha recordado que "el mamógrafo del Hospital fue inaugurado en diciembre de 2019 por la entonces consellera de Sanidad, la socialista Ana Barceló, y por el alcalde de San Vicente, quienes resaltaron entonces la importancia de este servicio en la lucha contra el cáncer de mama y aseguraron que iba a prestar servicio a unas 8.500 mujeres cada año".