El Ayuntamiento requiere a la empresa propietaria de la Torre de Reixes para que actúe para frenar su enorme deterioro tras décadas de abandono, una medida que ha reclamado la Conselleria de Cultura a El Campello hasta en cinco ocasiones desde 2020. El alcalde Juanjo Berenguer, que también es el titular de las áreas de Territorio y Patrimonio, ha firmado un decreto por la que urge a la mercantil Campelmar para presentar un proyecto "para llevar a cabo las actuaciones necesarias para la adecuada conservación y mantenimiento" de la también conocida como Torre del Barranc d'Aigües, protegida como Bien de Interés Cultural (BIC) y que presenta un pésimo estado de conservación, para así garantizar la seguridad de las personas.
La resolución, firmada por el primer edil el pasado 26 de agosto, da 10 días desde la recepción de la notificación de la misma para que presente este proyecto para salvar este bastión del siglo XVI, advirtiendo que ante el incumplimiento de la presente orden de ejecución, el Ayuntamiento queda habilitado para la realización de una ejecución subsidiaria a costa del obligado, hasta el límite del deber de conservación; la imposición de hasta diez multas coercitivas, con periodicidad mínima mensual, por valor máximo, cada una de ellas, de un décimo del coste estimado de las obras ordenadas; convocatoria de procedimiento de ejecución sustitutoria, en los términos establecidos para los programas de actuación aislada en sustitución del propietario por incumplimiento del deber de edificar; e incluso la expropiación. Por su parte la empresa el pasado año manifestó a este medio estar dispuesta a ceder la torre a cambio de una compensación urbanística, y el alcalde afirmó que la mercantil le había trasladado su disposición a reformar el bastión.
En el decreto se hace referencia al estudio arquitectónico encargado en el pasado mandato por el socialista Pere Lluis Gomis como edil de Cultura, en el que se realizaba una valoración económica de las actuaciones a realizar, dividiendo las obras a ejecutar entre urgentes, de consolidación y de restauración. El coste de todos estos trabajos se estimaba en 2018 que ascendería a 374.374 euros si se realizaran de forma separada las tres fases, o 287.980 euros de ejecutarse al mismo tiempo. De cualquier forma, transcurridos cuatro años y antes el encarecimiento de los materiales, el coste se supone que sería mayor de actualizarse los precios.
Lo más urgente son medidas tendentes a evitar el colapso o pérdida irreparable del inmueble, con un coste de 115.000 euros: Recalce de la torre; colmatación de oquedades en el terreno; cosido de grietas; valoración de un eventual zunchado en caso de no acometer la fase de consolidación al mismo tiempo que las medidas urgentes; y protección provisional frente a la entrada directa de agua.
Las de consolidación (115.000 euros) abarcan medidas necesarias para devolver la solidez al conjunto de elementos conservados evitando la degradación de los mismos de manera que se mantengan en un correcto estado de conservación: inspección del estado de conservación de los morteros, toma de muestras y análisis de laboratorio; recalce y reconstrucción del alambor perdido; consolidación de las fábricas fracturadas; y renovación del rejuntado en mal estado.
Y la fase de restauración incluye intervenciones para la recuperación de los valores originales del monumento, consiguiendo una mejor lectura del mismo, recuperando partes materiales deterioradas o perdidas: documentación de grafitis; limpieza de paramentos, grafitis, manchas; reconstrucción de paramentos perdidos, recuperación del hueco de acceso, y antepechos de la terraza; impermeabilización de la cubierta; recuperación del pavimento de la terraza; remate de la torre, en función del grado de documentación que lo avale. Y también se contemplan medidas para su musealización y accesibilidad, para su puesta en valor, permitiendo el acceso a la torre, el mejor conocimiento del mismo, la promoción cultural y el aprovechamiento turístico del mismo. Entre ellas figuran diseño y colocación de señalética con información sobre el monumento; creación de una escalera de acceso a la torre; disposición de puertas o control de acceso a la torre; acondicionamiento de sendas y zonas de descanso; restauración del aljibe e incorporación al conjunto; y restauración de las construcciones asociadas a la torre e incorporación al conjunto.
Confusión con la propiedad
Desde Esquerra Unida, formación que lleva años denunciando el estado y abandono de este bastión, su edil Pedro Mario Pardo ha manifestado que el requerimiento del Consistorio "es motivo de satisfacción, pero cuánto le cuesta a este alcalde hacer que en el municipio se cumpla la Ley", recordando las décadas de deterioro y olvido de este BIC. Pardo ha destacado que "el desconocimiento por parte del alcalde fue tal que llegó a iniciar unas negociaciones, que acabaron en un anuncio de adquisición, con una fundación -Frax- que no era ni tan siquiera la dueña de la torre. Negociaciones que fueron abortadas cuando desde EU comenzamos a trabajar la documentación que obraba en el Ayuntamiento y comprobamos que la titularidad recaía en otro propietario distinto al que se estaban llevando las negociaciones. Propietarios a los que hoy se le requieren las actuaciones".
Por otra parte el responsable de Patrimonio Cultural de EU, Juanjo Galvañ, ha señalado el compromiso que su formación ha llevado en esta legislatura "para no perder para siempre este bien patrimonial. Desde cinco marchas a la torre, escritos a la Conselleria de Cultura, quienes a su vez requirieron hasta cinco veces al Ayuntamiento que actuase, una queja al Síndic de Greuges, la inclusión en la Lista Roja de patrimonio en peligro y una campaña vecinal con decenas de firmas de vecinos y vecinas solicitando que se actúe antes de que fuera demasiado tarde. Además de infinidad de denuncias públicas y preguntas que nuestro concejal ha realizado en los plenos municipales y medios de comunicación. El esfuerzo ha sido improbó. Pero gracias al apoyo vecinal y al enorme trabajo en esta legislatura se van consiguiendo los objetivos que en EU nos planteamos".
Para finalizar, Pardo ha advertido que "el plazo otorgado por el Ayuntamiento ha finalizado sin que hasta la fecha se haya recibido ningún proyecto", por lo que solicitan que se realice un segundo requerimiento. "Esperemos que no tengamos que realizar más protestas, ni que tenga que pasar toda una legislatura para requerir nuevamente que un BIC como la Torre de Reixes salga del estado de deterioro en el que se encuentra".