El Consell Valencià de Cultura (CVC) respalda la repatriación de los restos de Rafael Altamira hasta El Campello, y para mostrar este apoyo su pleno se reunirá en la localidad el próximo mes de febrero. Esta institución de la Generalitat ha aceptado la invitación del alcalde de El Campello, Juanjo Berenguer (PP), para que el pleno celebre una reunión extraordinaria en el municipio al objeto de respaldar la iniciativa de trasladar los restos mortales del humanista y de su esposa, Pilar Redondo, que descansan en el pabellón de España del cementerio de México DF, en una tumba en mal estado de conservación.

La presidenta en funciones de le entidad consultiva de la Comunidad Valenciana, Dolors Pedrós Company, ha comunicado al primer edil que los 20 miembros del Consell consideran que esa reunión sería “la mejor manera de hacer público el apoyo del CVC a la repatriación de los restos de Rafael Altamira y su esposa”.

Rafael Altamira

Pedrós, que ostenta la presidencia desde el fallecimiento de Santiago Grisolía, señala que el pleno podría celebrarse en febrero, con carácter extraordinario, y el Ayuntamiento de El Campello ya se ha puesto a trabajar para que la reunión se celebre el lunes día 27 de febrero de 2023, en el salón donde habitualmente se celebran los plenos del Ayuntamiento. El CVC es una institución consultiva y asesora de la Generalitat sobre cualquier materia referida a la cultura valenciana, y la encargada de defender y promover los valores lingüísticos y culturales propios de la Comunidad Valenciana.

La iniciativa de repatriar los restos va así sumando apoyos importantes a todos los niveles. Una vez conseguido el respaldo del Gobierno de España, la Generalitat Valenciana y la Diputación de Alicante, ahora se suman al proyecto del Ayuntamiento instituciones académicas y culturales que valoran la figura y la obra del humanista, jurista y literato que falleció en el exilio el año 1951.

Respaldo económico

Precisamente la pasada semana el alcalde se reunió en el Palacio Provincial con el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, que se ha comprometido económicamente a respaldar la repatriación, al objeto de exponerle los pormenores de la operación, los contactos hechos ante la Embajada española en México y la Embajada mexicana en España, una empresa funeraria especializada en este tipo de traslados, y la familia del jurista, que respalda sin fisuras que Altamira vuelva a España.

Los miembros del Consell Valencià de Cultura

El alcalde y la familia acordaron hace medio año poner en marcha este proceso, y en junio el embajador de España en México remitió ya al Ayuntamiento el certificado de la defunción del jurista alicantino, dando así el primer paso en un proceso muy complejo, para que los restos de Altamira descansen en El Campello, donde están enterrados sus padres, un municipio al que deseaba retirarse una vez jubilado, como anunció antes de exiliarse al país centroamericano en 1944.

El jurista, nacido en Alicante en 1866, falleció en la capital de México en 1951, donde vivía exiliado y donde reposan sus restos en una sepultura sita en el Pabellón Español del cementerio del Distrito Federal, en una tumba que presenta un gran deterioro, abandonada y con la lápida partida. Y todo pese a tratarse de un alicantino universal, ya que no solo fue el primer español en formar parte del conocido hoy como Tribunal Internacional de La Haya, sino que fue propuesto para el Premio Nobel de la Paz en dos ocasiones y fue doctor honoris causa por las universidades de Burdeos, París, México, Santiago de Chile, Lima, Columbia y Cambridge.