Sant Joan d'Alacant recupera los juegos que se practicaban hace años porque los propios niños piden reconquistar los parques. La cuerda, la goma, el pañuelo, el balón prisionero... Muchos de los juegos tradicionales son apenas conocidos por las nuevas generaciones. Las canciones asociadas a algunos de las diversiones de generaciones pasadas han podido recuperarse este fin de semana en la "conquista" de los parques que han llevado a cabo los niños de Sant Joan d'Alacant ayudados por el grupo Scout Seeonee.

Varios niños con las maletas de cartón donde guardan los juegos tradicionales. INFORMACIÓN

La iniciativa ha partido de los propios chavales que bajo el lema ¡A jugar! han decidido sacar a la calle juegos populares y otros más conocidos por ellos como el Virus o el Uno por ellos para reivindicar más espacios para su diversión. Llevan varios meses preparando la actividad y familiarizándose con juegos que, muchos de ellos, les eran desconocidos muchos. Ahora las huellas han quedado en el suelo del parque municipal en forma de dibujo del tres en raya, de la rayuela o un damero para animar a que esta iniciativa no sea flor de un día.

Decenas de familias han participado este sábado en la actividad y han vuelto a la infancia acompañando a los más pequeños, explicándoles cómo jugaban ellos y rememorando las melodías que guardaban en la memoria. La cuerda y la goma han sido las actividades que menos conocían los pequeños santjoaners, y mucho menos las canciones asociadas: "mis tijeritas que se abren y se cierran..."; "la reina Berenguela...". No todos habían saltado antes con la comba, ni siquiera jugado a la serpiente, que consiste en agitar la cuerda desde el suelo y saltarla evitando que te roce. "Los niños han reivindicado las plazas. Han pedido sombras, han trabajado el juego y las carencias de espacios públicos a través de la sencillez de los juegos tradicionales", explica la técnica de Juventud, Fini Rochel que ha acompañado a los niños en este proyecto junto a su compañera Ángela Jiménez y la monitora educativa, Lorena Muñoz. "El proyecto se basa en el derecho al juego para la infancia, la familia, y los espacios de convivencia. Que todos puedan compartir el espacio", resume.

Mara y Nur entregando juegos a otros niños. INFORMACIÓN

Han sido los propios niños quienes han pintado en el suelo la rayuela; han hecho una diana; han dibujado el tres en raya y decorado juegos más actuales como el twister. Han podido jugar a las damas en un tablero gigante pintado también en el suelo cuyas enormes fichas de madera habían tallado y pintado en un taller anterior en el que preparaban los accesorios necesarios para algunos de los juegos. Y han disfrutado con el paracaídas, una tela gigante de colores que es uno de los juegos colaborativos actuales que más les gusta.

También han construido las maletas de cartón donde guardar esos juegos tradicionales. Y todo ello con una intención y es que la segunda fase de este proyecto es implicar a los comercios de Sant Joan que están cerca de los espacios de juegos de los niños para que sean depositarios de estos objetos y los puedan prestar.

Un parque es más que un tobogán

Este proyecto parte de la base de que un parque es mucho más que un tobogán y unos columpios. Es un espacio en el que es posible compartir con otros y con las propias familias. Con esa filosofía, el parque municipal de Sant Joan ha acogido esta primera experiencia que pretende "conquistar" las plazas santjoaneras para los más pequeños. Los 25 niños que forman parte del Consejo Local de Infancia y Adolescencia (CLIA) de Sant Joan han sido quienes han preparado las actividades y han elegido los espacios alternativos en los que jugar. "Este proyecto es también una crítica a quienes planifican los espacios públicos", cuenta la técnica de Juventud, que añade: "la gente se ha acostumbrado a que un parque es un tobogán y que ellos se sientan en el banco a mirar el móvil y lo que propone esta actividad es que las familias jueguen también con los niños".

Varios niños pintan una rayuela. INFORMACIÓN

Este consejo de infancia y juventud se reúne cada 15 días y aunque sus decisiones no son vinculantes, ya son un órgano consultivo para el Ayuntamiento, que les tiene en cuenta para todo aquello que conlleva acciones para la infancia y la adolescencia. De hecho, en la próxima compra de juegos infantiles se les va a pedir que elijan, teniendo en cuenta el presupuesto que hay, lo que quieren para jugar en su parque, según explica la concejala de Juventud e Infancia, Esther Donate. El CLIA está formado por niños de entre 8 y 12 años y adolescentes de 12 a 18 años que se renueva cada dos años. Y es un pograma que recibe subvención de la Dirección General de Infancia. Los pequeños se convierten en consejeros y son ellos mismos los que se presentan a este consejo. Los más pequeños son muy proactivos y por eso es necesario hacer un sorteo porque no todos pueden formar parte y quedan en una lista de espera. "Normalmente no se quieren ir así que se quedan como asesores", explica Fini Rochel.

El tablero para jugar a las damas con las fichas que han hecho los niños. INFORMACIÓN

El CLIA se ha convertido en un espacio de participación para los niños. "Con el déficit de participación juvenil, esta es una apuesta de participación para el futuro", explica la técnica, ya que estos niños se familiarizan con la implicación en la vida social y cultural del municipio.

Las niñas que regentan el kiosko donde se prestan las maletas de los juegos, Mara y Nur, resumen la filosofía del proyecto: "Estamos intentando recuperar el juego en las plazas y para ello tenemos gomas, cuerdas, materiales en unas maletas que hicimos en otra sesión".

Las tres en raya. INFORMACIÓN

El 20 de noviembre coincidiendo con el Día Mundial de la Infancia se desarrollará otra sesión de juegos que también han decidido los niños, esta vez en el parque Josep Carreras, donde se están planificando acciones que implican las bicicletas, patines y patinetes.

La concejala de Infancia y Juventud explica que se ha implicado al concejal de Parques y Jardines, José Luis Olcina, para poder hacer esta actividad "porque se iban a pintar zonas". Esther Donate explica que "lo importante de este proyecto es que está creado desde el consejo de infancia. Hicieron un taller de hacer maletas, han idead cómo quieren que funcione. Y ahora la idea es buscar colaboración con comecios".

La técnico de Juventud advierte de que la experiencia de dar voz y protagonismo a los niños no es nueva, Barcelona es pionera, y en la provincia Alcoy, Teulada, Moraira o Xàbia han desarrollado experiencias similares.