Bajo la pancarta "Por unas condiciones laborales justas. Precariedad=Inseguridad", más de un centenar de trabajadores de la empresa de helicópteros de emergencia Babcock, ubicada en el aeródromo de Mutxamel, se han concentrado en la mañana de este martes a las puertas de su empresa para exigir mejoras salariales y mejorar las condiciones de trabajo del personal administrativo y técnico.

Tal y como ya habían anunciado, a partir de este martes inician una serie de medidas de protesta para dar visibilidad a un problema que, denuncian, se remonta a 2015. Todos los días laborales hasta el 25 de noviembre van a concentrarse durante veinte minutos desde las diez de la mañana. Y también secundan estos paros las sedes de la empresa de Albacete y Salamanca. Este es además un momento delicado puesto que la empresa está en proceso de venta la antigua Inaer puede pasar a manos del fondo Ancala Partners.

Los empleados están respaldados por cuatro sindicatos: UGT, CCOO, el Sindicato Libre de Trabajadores Aéreos (SLTA) y el Sindicato de la Asociación Española de Técnicos de Mantenimiento de Aeronaves (ASETMA). El presidente del comité de empresa, David Vicente, que pertenece a este último sindicato, explica que durante 20 minutos han permanecido a las puertas de la empresa 110 empleados de las instalaciones de Mutxamel, donde se encuentra la central de la empresa, para visibilizar su malestar.

Los empleados reclaman mejoras laborales y salariales. ÁLEX DOMÍNGUEZ

Se movilizan porque denuncian que tienen congelados sueldos desde hace 7 años; y a la vez, ponen de manifiesto "múltiples incumplimientos del convenio de 2015", por lo que exigen unas "condiciones dignas" para los trabajadores de esta empresa, concesionaria de la mayoría de servicios aéreos de emergencias en España. La compañía mutxamelera Inaer fue comprada en 2016 por Babcock International Group. 

El representante del comité de empresa explica que para este miércoles la empresa ha emplazado a los trabajadores a una reunión a las 11 de la mañana. Aunque no tiene muchas esperanzas de que de ella salga el acuerdo que esperan, puesto que "ya hemos tenido muchas reuniones". David Vicente señala que lo que esperan de la compañía es que negocie y plantea propuestas, que teme que no van a poner sobre la mesa. "No tenemos ninguna propuesta económica por lo que no podemos negociar", adelanta.

Los empleados denuncian la pérdida de poder adquisitivo, al tener los sueldos congelados, lo que se ha agravado con la actual situación de subidas de precios y de crisis, "estamos estancados, a veces no nos da ni para echar gasolina", lamenta el representante de los trabajadores.

"Un punto de inflexión"

Los empleados no tienen puestas grandes expectativas en la reunión de este miércoles y han decidido continuar con las movilizaciones porque a falta de una propuesta concreta prefieren mantener sus paros porque "no nos fiamos". Vicente adelanta que si el encuentro finalmente se estanca sin que haya ningún tipo de acuerdo, el objetivo es convocar la huelga que ya tenían previsto. "El miércoles va a ser un punto de inflexión. Y hablaremos entonces de empezar la huelga", declara.

La empresa ofrece servicios de emergencia aérea y mantenimiento de aeronaves para operaciones de misión crítica como servicios de emergencia médica, protección civil, búsqueda y rescate de mar y montaña, vigilancia de costas y pesqueros, lucha contra incendios, trabajos aéreos, formación y mantenimiento de aeronaves. En la base de Mutxamel cuenta con un helicóptero sanitario y en la Comunidad Valenciana con más de una docena de ellos.

En 2018 los trabajadores ya tuvieron un primer encontronazo con la mercantil por la propuesta de reducción de sus salarios, que finamente lograron parar. Y ahora de nuevo han decidido hacer pública su protesta y presionar a la mercantil para exigirle las mejoras que reclaman.

El presidente del Comité de Empresa cree que el hecho de que la mercantil esté en proceso de venta a un fondo de inversión no debe ser un escollo para mejorar sus condiciones laborales. "La venta quieren formalizarla en diciembre y no pueden decir ahora que no tienen capacidad para negociar, es un cuento que ya no nos creemos, llevamos cuatro años intentanto negociar y ya no tienen credibilidad", sentencia el representante de los trabajadores de Babcock.

"Nuestro objetivo es llegar a una solución negociada"

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Por su parte, la mercantil Babcock Iberia expresa en un comunicado su "compromiso con los empleados para conseguir una mejora en las condiciones de trabajo". Y advierte su voluntad de negociar.

"Agradecemos a todos aquellos que confían en nosotros y nos apoyan en este proceso, para asegurar la viabilidad de la empresa. Nuestro objetivo es llegar a una solución negociada. Somos una empresa de servicios de emergencia, por lo que debemos garantizar el servicio que prestamos en todas las bases operativas. Nuestra primera prioridad, sigue siendo garantizar la seguridad de nuestros empleados y las operaciones de emergencia que realizamos para nuestros clientes", concluyen.