Agost cierra Les Danses del Rei Moro con la tradición de los "naranjeros"

Los últimos bailes y la entrega del testigo a los "danseros" de las próximas fiestas protagonizan la jornada final de las celebraciones

Agost ha despedido sus Danses del Rei Moro con los últimos bailes y la tradición de los "naranjeros", que han tomado el testigo para protagonizar los festejos de las próximas navidades. Como es tradición, este domingo, Día de Año Nuevo, solo han bailado tres parejas de las once parejas que participaban en los festejos este año. Unas celebraciones de origen medieval que desde 2020 están declaradas por la Generalitat como Bien Inmaterial de Relevancia Local (BRL)

Del mismo modo esta jornada es también especial para los naranjeros, los jóvenes de 17 años que serán en la próxima edición los "danseros", y que tuvieron que descolgar las naranjas que fueron colgadas en balcones, farolas y árboles en la Nit dels Coets, en la madrugada del pasado miércoles. Ha sido el día de la guerra entre quintas, en la que los jóvenes de 17, 18 y 19 años escenifican una batalla empleando como armas las "paperades" cargadas de caramelos y anises.

Precisamente esta última jornada quedó el año pasado deslucida por un positivo por covid, ya que no se celebraron los bailes, solo el acto de los naranjeros, para que así pudieran recibir el testigo para este año.

Con esta jornada se han despedido de su reinado los monarcas de esta edición, los hermanos María y Cayetano García Pérez. Unos reyes que han protagonizado una circunstancia poco habitual, ya que ha habido cuatro hermanos de la misma familia bailando juntos en las fiestas. Los "danseros" son los jóvenes que durante el año en curso cumplen 18 años, la mayoría de edad, y los hermanos mellizos de Cayetano y María, Rafael y Miguel han cumplido este año con esta tradición. Así, el miércoles. Dia del Rei Moro, única jornada en la que los monarcas bailaban, coincidieron los cuatro en las danzas. Además, se han cumplido 25 años que sus padres encarnaron la figura de los reyes moros. Toda una efeméride familiar.