Más de 250 noches sin poder volver a casa en autobús

El comité de empresa de Automóviles La Alcoyana inició el día de Santa Faz de 2022 una huelga de conductores de autobuses, que anunciaron sería indefinida en el caso de los servicios nocturnos, y que dura ya más de seis meses.

El paro afecta a las líneas 21N, 23N y 24N, que conectan la capital alicantina con los municipios de El Campello, Sant Joan d’Alacant, Mutxamel y Sant Vicent del Raspeig y deja, desde hace más de 250 días, a más de 130.000 vecinos sin poder volver a casa por la noche en este medio. 

Los trabajadores iniciaron estas movilizaciones para volver a reivindicar una serie de medidas que afectan desde hace años a sus condiciones laborales, como jornadas de trabajo de hasta nueve horas sin tener en cuenta los tiempos de descanso, la ausencia de aseos en las cabeceras que provoca que tengan que hacer sus necesidades en descampados o la falta de personal de seguridad en autobuses nocturnos debido a las complicaciones que presenta este servicio en particular. 

Iván Sessé, portavoz de CGT y miembro del comité de empresa, explica que la semana pasada se convocó una mesa negociadora y se estuvo intentando alcanzar un acuerdo con la empresa concesionaria del servicio, pero que finalmente se levantaron de la reunión ya que el pacto no cubría algunas de sus peticiones más importantes. 

"La situación está igual, no hay consenso con el pago de la seguridad dentro del autobús y tampoco con la instalación de aseos, seguimos adelante y para el día 16 de enero hemos convocado una concentración en la puerta de la oficina del T.A.M para manifestaros sobre este tema", asegura Sessé. Además, los conductores tienen previsto acudir al pleno municipal del Ayuntamiento de Alicante el próximo 26 de enero para ejercer presión.

Si no logran nada "convocarán una huelga general de servicios", señala el portavoz de CGT. 

El servicio, competencia de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, está pendiente de renovar su concesión este año y, frente a esta huelga, la Generalitat prefiere que sean los trabajadores y la empresa los que finalmente alcancen un acuerdo. Iván Sessé ha indicado que se reunieron con los responsables de conselleria en junio y que les transmitieron que todas sus reivindicaciones eran razonables aunque desde entonces "no tienen noticias de ellos". 

"Es una lástima, porque las líneas nocturnas siempre van llenas y funcionan muy bien, desde la primera salida para bajar a Alicante hasta la de las 4 en adelante para volver a casa el servicio siempre va completo, es un perjuicio que se está creando y nadie mueve un dedo por solucionarlo", señala Sessé. A pesar de ello destaca que, "un autobús que va lleno de gente de fiesta tiene incidentes de vez en cuando, por eso creemos que lo más necesario es que se incremente nuestra seguridad". 

A ello se suma la incertidumbre del comité de trabajadores que denuncia que conselleria tiene previsto dividir la nueva concesión en dos partes para que la exploten dos operadores distintos, uno para la zona norte y otra para la zona sur. Llegados a ese caso, las plantillas se dividirán, lo que supondría -según señala Sessé- dar más poder a la empresa y menos a los trabajadores. 

Incertidumbre municipal

Las líneas 21N, 23N y 24N eran las encargadas de conectar el centro de Alicante con los municipios de la comarca de l'Alacantí desde que finaliza el servicio diurno a las 22:30 horas durante los viernes, sábados y vísperas de festivos.

Desde hace seis meses el transporte en autobús ha quedado reducido a servicios mínimos con solo dos salidas desde la Plaza del Mar, una a las 00.00 horas y la última a las 01.00 horas. A partir de ahí la vuelta a casa corre a cargo del usuario.

"La huelga del autobús, las colas interminables para coger un taxi en el centro... dan ganas de no venir a Alicante por la noche", señala un usuario del 24N afectado por la situación. "Antes podías salir sin preocuparte porque sabías que tenías transporte público para volver a casa, ahora hay gente que se está bajando en coche porque si no es imposible volver hasta las 7 de la mañana", indica una vecina de Mutxamel. 

Precisamente, los concejales de Transportes de Mutxamel, Sant Joan d'Alacant, El Campello y San Vicente del Raspeig piden a la licitadora y a conselleria que lleguen a un acuerdo con los conductores para buscar una solución. "Yo estoy afectado por doble partida, como padre de un adolescente al que ahora hay que ir a recoger al centro cuando sale y como concejal de Movilidad porque son muchos los vecinos que nos han exigido que vuelva el servicio", asegura el responsable de El Campello, Rafael Galvany. 

En San Vicente del Raspeig, Juan Antonio Perona, señala que "para el municipio es un problema muy grave, aquí hay empadronados más de 20.000 universitarios que utilizaban este medio de transporte todos los fines de semana".

Mientras que en Sant Joan d'Alacant, Pablo Celdrán asegura que reciben muchas quejas de los usuarios y que se han puesto en contacto con conselleria y la empresa para intentar mediar y que la huelga acabe cuanto antes.

Por su parte, Rafael Pastor, responsable del área en Mutxamel, asegura que las peticiones de los conductores son más que razonables y pide a conselleria y a la empresa concesionaria que dejen de pasarse la "patata caliente" y pongan fin a este conflicto. 

TRAM a Mutxamel y Sant Joan d'Alacant

A diferencia de San Vicente del Raspeig y de El Campello, los municipios de Mutxamel y Sant Joan d'Alacant son los únicos que aún no cuentan con un servicio de transporte TRAM. El proyecto, una reivindicación histórica de ambas localidades, se anunció hace un par de años y desde hace unos meses ha comenzado a dar sus primeros pasos. 

Actualmente, el tramo de Mutxamel se encuentra inmiscuido en un proceso de valoración de ofertas. En el de Sant Joan d'Alacant, la Conselleria de Movilidad está analizando las alegaciones para posteriormente mandar el expediente a Medio Ambiente y poder concluir con el proceso de exposición pública. 

El trazado propuesto del TRAM transcurrirá por las avenidas Pérez Gil hasta el Hospital y Universidad, la avenida Miguel Hernández hasta la prolongación de la calle del Mar y las avenidas de Benidorm, Basilio Sala y Alquería hasta el término municipal de Mutxamel.

La red contará con una longitud estimada de 2,8 kilómetros y discurrirá entre la estación actual Campo de Golf de las líneas L1 y L3 del TRAM, y el núcleo de Sant Joan d’Alacant, pasando por el Hospital Universitario y su futura estación intermodal. El coste estimado es de 23,5 millones de euros.