El motivo por el que han tenido que pedir civismo en un edificio de San Vicente del Raspeig

“Sequet pero sanet, mi pueblo”, comenta un usuario en relación a la publicación que se ha hecho del cartel en redes

El asqueroso motivo por el que han tenido que pedir civismo en un edificio de San Vicente del Raspeig

El asqueroso motivo por el que han tenido que pedir civismo en un edificio de San Vicente del Raspeig

Javier Corazón

Javier Corazón

Los ascensores en edificios comunitarios y urbanizaciones cumplen, a menudo, la función de “tablón de anuncios vecinal”. No es raro ir a hacer uso del elevador y tomarse con algún cartel en el espejo que advierta, anuncie o se queje de cualquier tema relacionado con el civismo y la convivencia de los vecinos. El socorrido método tiende a viralizarse en redes, ya sea por las faltas ortográficas, por la extravagancia de las quejas o, como ha ocurrido en este ascensor de San Vicente del Raspeig, lo directo del mensaje que, se podría decir, comienza con un insulto aunque rápidamente el lector asume la literalidad de las palabras cuando se acaba de leer la frase compuesta por adjetivos como “guarro” y acciones relacionadas con mocos y espejos. Agradable no es. La publicación iba acompañado del comentario “vecindarios con mucho glamour en San Vicente” y no ha dejado indiferente a nadie.

El mensaje que se ha podido leer en el ascensor de un edificio de la localidad alicantina de San Vicente del Raspeig reza un directo: “No seas guarro y no dejes pegado el moco en el espejo”. El mensaje, viralizado hace unas 20 horas a través de la cuenta de Twitter “Líos de vecinos”, no ha tardado en llenarse de comentarios, experiencias y ocurrencias relacionadas con el suceso, que, si bien está a mucha distancia de considerarse grave, roza el límite de lo asqueroso.

“San Vicente del Raspeig, sequet pero sanet, mi pueblo”, comenta un usuario en relación a la publicación. Otros testimonios aseguran haber tenido que hacer lo mismo en su propio edificio, aportando pruebas gráficas de los mocos en cuestión, expuestos y fosilizados desde hacía más de una semana, según el testimonio de esta vecina.

Otros usuarios han recalcado la cotidianidad de la queja en cuestión, comentando que el tema de los mocos pegado a las paredes o espejos de los ascensores es “todo un clásico”.

“Un clásico”, no obstante, que no resta insalubridad al asunto. Y es que hay tradiciones que sale mucho más rentable, por el bien de todos, abolir.