Una grave inundación en Mozambique, después de unas lluvias torrenciales, ha vuelto a anegar la zona de Chokwe, causando importantes daños en el hospital en que trabaja desde hace décadas la misionera alcoyana María Elisa Verdú, que se encuentra atrapada desde el martes en Maputo sin poder regresar a la ciudad en que reside. Sor María Elisa calificó ayer tarde la situación actual de "terrible".

Verdú, que pertenece a la congregación de las Hijas de la Caridad, ya ha sufrido grandes quebrantos durante su labor misionera y sanitaria en esta parte de África. Hace justo 13 años, una grave inundación del río Limpopo arrasó Chokwe, destacando la hermana alcoyana por salvar a 46 enfermos subiéndolos al campanario, donde permanecieron durante cuatro días. Entre otros reconocimientos, obtuvo el Importante de INFORMACIÓN.

Las lluvias torrenciales registradas en las últimas semanas han vuelto a desbordar el río Limpopo, que ha anegado completamene Chokwe y el hospital de El Carmelo, en el que desempeña su labor la misionera. "Yo sigo desde el martes en Maputo intentando volver a casa", explicó ayer tarde, sin haberlo podido conseguir hata el momento.

La Hija de la Caridad se mostraba muy preocupada, toda vez que la degradación sufrida por el Hospital ha obligado a evacuar a los enfermos hasta la población de Macia, una labor en la que la hermana no está pudiendo colaborar porque las comunicaciones desde Maputo están cortadas. "Hoy mismo esperan mandar un helicóptero para llevar agua potable y medicinas al hospital", manifestó su amiga y colaboradora Pilar Jordá.

Las fotografías que pudo remitir ayer la propia interesada fueron facilitadas por "un joven que salió de Chokwe huyendo del agua" y que permiten ilustrar con claridad la situación que se está viviendo en esta zona de África.

La propia misionera ha señalado que pese al grave problema registrado, este no ha tenido repercusión internacional, ya que apenas hay informaciones disponibles. De hecho, la única noticia que había circulado allende fronteras ha sido por el río Limpopo, pero en África del Sur, cuyo desbordamiento ha provocado la fuga de 15.000 cocodrilos de una granja, que están siendo activamente buscados.

La falta de informaciones en el exterior puede contribuir a que no se registren movimientos de solidaridad con los damnificados, como ya ocurriera hace 13 años.

De cualquier manera, María Elisa Verdú esperaba ayer tarde un restablecimento de las comunicaciones para tratar de regresar al hospital y colaborar en el traslado y la atención a los enfermos.