La Unión Nacional de Entidades Festeras (Undef), asociación que aglutina a la mayor parte de municipios que celebran Moros y Cristianos -excepción hecha de Alcoy-, ha iniciado el proceso para patentar un arcabuz para cuyo uso no es necesaria la licencia de armas. El trabuco ha sido modificado para que no pueda disparar ningún tipo de proyectil y que sólo detone la pólvora. La entidad se encuentra a la espera del permiso del Ministerio de Interior para poder fabricarlo en serie y comercializarlo.

La cada vez más estricta normativa para el uso de trabucos en las Fiestas de Moros y Cristianos ha propiciado que el número de participantes en los alardos y batallas de arcabucería haya ido a la baja en los últimos años. La legislación, entre otras cuestiones, exige a los festeros el permiso de armas, así como una revisión de sus trabucos en el Banco Oficial de Pruebas de Éibar.

Ante esta situación, y tal y como ya informó este diario, la Undef presentó tiempo atrás un nuevo arcabuz que había sido modificado para que sólo pudiese detonar la pólvora. En concreto, y según informaba ayer el presidente de la entidad, Paco López, "lo que se hizo fue implantar en el cañón unos elementos que impiden que puedan disparar cualquier tipo de proyectil, con lo que ya no será necesario disponer de un permiso de armas para disparar". El arcabuz, además, ha sido supervisado y cuenta con el visto bueno de la Guardia Civil.

Ahora, lo que ha hecho la Undef es iniciar el proceso para patentar el trabuco. En este sentido, López indicó que "estamos a la espera de que el Ministerio de Interior consume el trámite, de manera que podamos encargar la producción a armeros y se pueda comercializar para su uso en las fiestas".

El presidente de la Undef destaca que el prototipo ha sido probado en algunas fiestas "y el resultado es óptimo", con lo que está convencido de que su comercialización será positiva para los actos de arcabucería.

"El problema en Alcoy es la cantidad de pólvora"

Rafael Tortosa, presidente de la Asociación de San Jorge, entidad que organiza las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy, ha señalado que más que los permisos de armas, el problema en la ciudad es la limitación en el uso de la pólvora. Según explicaba, "en Alcoy ha quedado demostrado que los festeros no tienen problemas en sacarse el permiso de armas de avancarga. El inconveniente con el que nos enfrentamos reside más en la limitación de un kilo de pólvora por persona".

Esta limitación ha propiciado que en las últimas Fiestas, en que se repartieron 2.238 kilos, se tuviese que reducir el itinerario del Alardo. La solución pasaría por habilitar un polvorín móvil, para que los festeros, después de disparar un kilo de pólvora en el Alardo de la mañana, pudiesen recoger idéntica cantidad para el de la tarde. "Sin embargo, eso vale dinero, pero estamos trabajando para ver si al final podemos disponer del polvorín", indicó.

Respecto al nuevo trabuco, señaló que "hay que estar abiertos a las innovaciones, aunque habrá que ver sus resultados en cuanto a la intensidad de la detonación". M. V.