Las Fiestas de Banyeres llegaron ayer a su fin después de cuatro intensas jornadas repletas de acto en honor a su patrón, San Jorge. Los festeros dedicaron salvas en memoria de los difuntos en el emotivo encuentro que cada año tiene lugar en el cementerio y tras el cual celebran una misa de campaña.

Los vecinos de Banyeres despidieron ayer sus Fiestas de Moros y Cristianos. Durante cuatro intensos días han honrado la figura de su patrón, San Jorge, con múltiples actos, algunos de ellos realmente emotivos, como el vivido en el cementerio.

Tal y como manda la tradición, las tropas moras y cristianas salieron ayer a la calle a primera hora de la mañana. Arcabuz en mano, los festeros se reunieron en los alrededores de la Finca el Morer desde la que iniciaron el recorrido habitual por las calles Sant Pere y La Creu, plaza del Ayuntamiento, La Malena, Sant Antoni y Sant Jordi, hasta llegar el camposanto.

Una vez allí, cada formación fue entrando para disparar salvas en memoria de los difuntos en dos puntos: a la entrada y donde posteriormente tuvo lugar la eucaristía. Primeramente las comparsas cristianas Cristians, Estudiants, Maseros, Contrabandistas y Jordians; y a continuación el bando moro de la mano de Moros Vells, Moros Nous, Pirates y Califes.

Tras el disparo colectivo los festeros, de manera individual, se dirigieron a las tumbas de familiares y amigos para dedicarles una salva. Se trata, sin duda, de uno de los actos más emotivos y esperados para los integrantes de las comparsas, en el que aprovechan para recordar a los seres queridos que ya no están.

Como es habitual, la misa de campaña, también celebrada en el cementerio, contó con una amplia participación tanto de festeros como de público en general.

La ermita de la Malena acogió el «Despojo» -conocido como la conversión del moro al cristianismo- en torno a la una del mediodía y, tras una pausa para comer, las comparsas bajaron disparando hasta la plaza Mayor por orden de antigüedad.

Una vez allí, alzaron a los capitanes moros del año que viene, poniendo punto y final a las Fiestas de Moros y Cristianos de Banyeres de 2015, las cuales han transcurrido con «absoluta normalidad« y sin que se hayan producido incidentes destacado, según fuentes municipales.

El octavario empieza hoy en la iglesia de esta localidad de la Sierra de Mariola y concluirá con el traslado de la imagen del patrón a su ermita, donde permanecerá hasta las próximas Fiestas.