El Ayuntamiento de Alcoy está compatibilizando la aprobación de terrazas en las vías públicas -ya ha legalizado un total de 82- con una campaña de control y advertencia de que los incumplimientos van a ser sancionados, como está ocurriendo, según ha informado el teniente de alcalde de Urbanismo, Manolo Gomicia. Esta cifra supera con creces la de 2015, con 61 autorizadas.
El anuncio de la aprobación de un primer paquete de 48 terrazas para este año -que se ha quedado corto, pues la cifra ha subido hasta las 82- ha propiciado cierto debate ciudadano acerca del volumen de terrazas irregulares que hay en la ciudad. «No es cierto de ninguna manera que haya un centenar sin legalizar; hay desde luego, pero no a ese nivel y ahora estamos trabajando con la Policía Local para detectar las que no tienen licencia», subraya el edil.
El Ayuntamiento está actuando en dos frentes. Por un lado, se ha enviado una carta a los establecimientos hosteleros que el año pasado legalizaron sus terrazas y que en 2016 no lo han hecho. De hecho, el año pasado se aprobaron 61, cifra ya muy inferior a la de 2016. «Les estamos avisando que si no lo hacen, incurrirán en una falta y serán sancionados», explica. En segundo lugar, la Policía Local ha destinado efectivos a patrullar las calles, labor que realizan con un listado de las aprobadas. «En cuanto detectan una que no lo está, automáticamente se abre un expediente que puede concluir en sanción», indica Gomicia.
Así, se confía en conseguir que todas las terrazas en las vías públicas estén de alta y conforme a las ordenanzas vigentes. «Aparte tenemos otros problemas, sobre todo de establecimientos que están en puntos donde no puede haber terraza porque la ordenanza lo impide, pero eso no tiene solución posible», se lamenta el concejal.
Los establecimientos están obligados a fijar unas condiciones concretas en las terrazas, quedando limitado el espacio que pueden utilizar a ambos lados de la puerta del establecimiento. También se obliga en algunos casos a colocar valla si coincide con un carril de tráfico, habiéndose concretado además un diseño característico para la ciudad.
Sin embargo, por ejemplo, donde confluyen dos carriles de tráfico en un mismo sentido y sin espacio de aparcamiento, la ordenanza veta que pueda existir la terraza en esta acera, un obstáculo infranqueable.
